Se abre un nuevo frente entre Silicon Valley y las agencias de inteligencia estadounidenses después del conflicto entre Apple y el FBI. Tras la batalla entre Apple y el FBI, después de que la compañía de la manzana mordida denegara a este último el acceso a los datos del iPhone de uno de los atacantes de los sucesos de San Bernardino, se abre un nuevo frente entre las tecnológicas y las autoridades de EEUU por la privacidad de los usuarios. En esta ocasión, la compañía protagonista del conflicto es la red social Twitter, que ha bloqueado a las agencias de inteligencia el acceso a la plataforma de datos Dataminr.
Esta herramienta es el único servicio de almacenamiento, búsqueda y clasificación de datos de Twitter. Permite a sus clientes, entre los que se encuentran, por ejemplo, medios de comunicación, acceder a toda la información de última hora y les alerta sobre sucesos como ataques terroristas.
Su software es capaz de detectar patrones en los cientos de millones de tuits diarios, analizando la ubicación geográfica, el tráfico o los flujos de información, de forma que puede determinar qué información es creíble o potencialmente procesable, así como conocer si está produciendo una situación de peligro.
Dataminr fue por ejemplo la que alertó a las agencias de inteligencia de EEUU sobre los ataques terroristas en París del noviembre pasado, poco después de que estos comenzaran a desarrollarse. Pero esto ya no será posible, pues Twitter, que posee un 5% de la plataforma de análisis de datos, ha dejado de darles acceso a dicha información a las autoridades, según ha desvelado The Wall Street Journal.
El motivo de ello es que la red social de los 140 caracteres estaría preocupada por la imagen que puede dar si se entiende que es cercana a las agencias de inteligencia estadounidenses, según ha señalado una fuente de las propias autoridades al citado medio.