Drivy es una plataforma de economía colaborativa ya presente en Barcelona que facilita el alquiler de vehículos entre particulares. Conocida como el AirBnb de los coches, Drivy, inicia este jueves su andadura en Madrid tras desembarcar en Barcelona el pasado mes de julio. El nuevo jugador de la economía colaborativa en nuestro país es una plataforma que facilita el alquiler de vehículos entre particulares: los conductores que no quieren invertir en un automóvil propio, pueden acceder a uno cuando lo necesiten; mientras que los dueños de los coches pueden sacar rentabilidad cuando no los está usando, en lugar de tenerlos parados en el garaje.
Al contrario que otros servicios que ofrecen nuevas vías de movilidad alternativas, como BlaBlaCar, en Drivy aseguran que su llegada a España está libre de polémicas regulatorias y de presiones por parte de las compañías de alquiler de vehículos habituales: gracias a la Ley Ómnibus, este tipo de negocios no requiere licencias y la plataforma está enfocada a un ‘target’ diferente al de las empresas tradicionales, su público no es el turista sino el conductor local.
Según Jaume Suñol, Country Manager de Drivy en España, el alquiler en esta plataforma es “un 30% más barato” que el habitual y se ofrece un servicio “más cercano”, los vehículos están cerca del conductor a dos o tres calles.
En cuanto al funcionamiento, el propietario puede incluir su coche en la plataforma junto a un calendario con la disponibilidad sin ningún coste y establecer el precio. El automóvil debe tener la ITV y las revisiones en orden. Por su parte, el conductor puede buscar un vehículo cercano y, cuando llegue el momento del alquiler, se firma un contrato. El alquiler mínimo es de medio día.
Durante el tiempo del alquiler, se ofrece una póliza de seguros de Allianz Insurance Group específicamente diseñada para este tipo de servicios, que primará en ese período sobre el seguro que tiene el propietario. En caso de multa, el conductor tendrá que abonar a Drivy una penalización de 15 euros y parte de ella se abonará al dueño del automóvil para realizar las gestiones pertinentes.
Del precio del alquiler, un 70% se ingresará al propietario por cuenta bancaria tres días después del fin del mismo. Un 15% será la comisión que llevará la plataforma y el 15% restante será para cubrir la asistencia en carretera de Allianz.
Drivy nació en 2010 en Francia y también está presente en Alemania, países en los que ha comprado a empresas competidoras. De momento, en España cuenta con 350 coches, 100 de ellos captados en Madrid en la última semana para poner hoy la plataforma en funcionamiento en la capital. Su objetivo para finales de año se antoja difícil: esperan tener 1.000 vehículos y 8.000 usuarios.
La regulación de la economía colaborativa en España
Aunque Drivy no tiene impedimentos regulatorios en España, Suñol ha apuntado que el marco regulatorio en nuestro país en cuanto a los servicios de economía colaborativa “aún tiene que madurar, sobre todo de cara a los clientes”. Se refiere, por ejemplo, a asuntos como los impuestos.
La compañía pertenece a Sharing España, una asociación para el impulso de estos negocios no tradicionales (en la que no está Uber) que estudia las propuestas políticas al respectivo e intenta ejercer de ‘lobby’ en busca de un encaje legal de la economía colaborativa.