La red social ha retirado a la plataforma Politwoops la API para poder acceder a los mensajes eliminados. Las redes sociales son un arma de doble filo: permiten a sus usuarios comunicarse, pero también los convierten en víctimas de sus propias palabras, especialmente en el caso de los políticos. Twitter o Facebook han sido el escenario de muchos deslices que luego quieren hacerse desaparecer. Pero varios sitios webs, unidos bajo la plataforma Politwoops, recopilan los tuits borrados de políticos y diplomáticos, para dejar para siempre constancia de sus comentarios.
Ahora, Twitter ha decidido bloquear estas páginas en los 30 países en los que operaba, al suspenderles el acceso a la API que permitía recuperar los tuits eliminados de la red social de los 140 caracteres.
Las críticas a la plataforma de ‘microblogging’ no han tardado en llegar, pues se considera que la compañía recorta así la transparencia política y la libertad de información. Sin embargo, desde Twitter se defienden asegurando que tuitear no es algo “inmutable e irrevocable”, y que, en este sentido, “ningún usuario merece más esa habilidad que otro”, pues “eliminar ‘tuits’ es una expresión de la voz del usuario”.
Por su parte, Arjan El Fassed, el director de Open Sate Foundation, la fundación europea a cargo de la plataforma Politwoops insiste en que “lo que los políticos dicen en público debería estar disponible para cualquiera. Esto no es una cuestión sobre dedazos, es una apreciación única sobre cómo los mensajes de los políticos electos pueden cambiar sin noticia”.
Politwoops ya no está disponible en ninguno de los treinta países en los que operaba: Argentina, Australia, Canadá, Chile, Croacia, Dinamarca, Portugal, Egipto, Estonia, Francia, Grecia, India, Irlanda, Italia, Corea de Sur, Macedonia, Noruega, Bélgica, Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Suecia, España, Suiza, Túnez, Turquía y el Estado Vaticano, así como los miembros del Parlamento Europeo a los que monitorizaba.
