Los relojes considerados de lujo, que cuestan más de 1.000 dólares, no se resienten del uso cada vez más habitual de los wearables. La llegada del esperado Apple Watch y el uso cada vez más cotidiano de wearables castiga al mercado de los relojes tradicionales. En el caso de EEUU, en julio de este año las ventas han marcado las cifras más bajas desde 2008, cuando el sector vivió uno de sus mayores descalabros.
Hace cinco años, las ventas del sector de relojes tradicionales en EEUU cayeron de modo pronunciado debido a la crisis económica y de la afición de mirar la hora en los teléfonos inteligentes, que se ha ido popularizando. La llegada de los smartwatches hace que el mercado vuelva a resentirse.
En concreto, en julio de este año en EEUU se vendieron 375 millones de dólares, un 11% menos que en el mismo período de 2014. De este tipo de aparatos, los más castigados han sido los que valen menos de 1.000 dólares, lo que tiene que ver con que los que valen más de esta cantidad se consideran de lujo y la aparición de estos dispositivos no supone riesgo alguno para ellos.
Tal y como señala itespresso.es, la desaparición de los relojes convencionales, salvo los de lujo, es algo que se lleva pronosticando desde hace años, pero aún es un mercado importante. Aunque si los wearables siguen cayendo, todo apunta a que el proceso de extinción es inminente.
