Uber, ¿una ‘amenaza’ para los emblemáticos taxis negros de Londres?

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Uber, ¿una ‘amenaza’ para los emblemáticos taxis negros de Londres?

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En Nueva York ya hay más conductores de Uber que taxis amarillos, algo que podría ocurrir muy pronto también con los famosos taxis negros de la capital británica. Los famosos taxis negros londinenses, junto a los autobuses rojos, siempre han sido un símbolo de la capital británica, sin embargo, corren el riesgo de desparecer debido al empuje de nuevos servicios de transporte particular como Uber.

Según los datos de Transport for London, la autoridad de tráfico de la ciudad, recogidos por Bloomberg, las solicitudes de licencia de estos taxis negro, en las que se incluyen tanto nuevas licencias y renovaciones, han bajado un 20% en lo que va de este año respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.

“Nunca he visto descensos como estos y he estado conduciendo un taxi por 30 años”, explicó al citado medio Steve McNamara, jefe de la Asociación de taxistas con licencia.

El sector achaca esta caída directamente a Uber, que, según McNamara, suma unos 1.200 nuevos conductores en Londres cada mes, aunque desde la plataforma que conecta a conductores con pasajeros se niegan a dar cifras.

De momento, hay alrededor de 15.000 trabajadores de la aplicación, que llegó a Londres en 2012, en la capital inglesa. Está aún muy por debajo de los 25.000 taxis negros que recorren las calles de la ciudad, pero a este ritmo, se estima que muy pronto Uber supere a los emblemáticos taxis londinenses, como ya ocurrió en Nueva York con los amarillos.

El principal motivo por el que los conductores prefieren Uber a los taxis negros es el difícil examen que se debe superar para conseguir una licencia en este segundo caso, que no es necesario para unirse a la polémica compañía. Como explica la publicación, para pasar la prueba deben memorizarse, entre otras cosas, 25.000 calles y 20.000 puntos de referencias, lo que puede llevar hasta cuatro años. En Uber, se echa mano del GPS.

Así, el número de personas que deciden presentarse al duro examen ha retrocedido más de dos tercios en los principales centros para preparárselo.

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