La falta de financiación bancaria, freno para el incipiente repunte del consumo

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La falta de financiación bancaria, freno para el incipiente repunte del consumo

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Los particulares empiezan a recurrir a una serie de métodos nuevos de financiación que facilita el desarrollo tecnológico. Las familias, dispuestas aumentar su demanda de crédito según la última encuesta sobre el sector del Banco de España

La economía española marcha mejor, según los indicadores macroeconómicos, pero el consumo no despega. Y sin este combustible, la recuperación no se consolida y el crecimiento no resulta suficiente para la creación de empleo de calidad. La incertidumbre laboral, el ajuste sufrido por los salarios y la escasez del crédito se encuentran en la raíz de esta larga crisis, que parece no tener fin.

Sin embargo, las familias parecen dispuestas a volver a consumir. Y necesitan financiación para hacerlo. En la última encuesta de Préstamos Bancarios publicada por el Banco de España, los responsables de las entidades financieras se muestran convencidos de que la demanda de crédito aumentará en los próximos meses. En especial, en el caso de los préstamos al consumo con vencimiento a corto plazo.
Pero eso no significa que los préstamos vayan a fluir al ritmo que sería necesario para el despegue de la economía. De hecho, aunque las perspectivas han mejorado y el sistema financiero español parece saneado, la necesidad de mantener la solvencia hace que la mayor parte de las entidades financieras no terminen de decidirse a abrir el grifo. Una situación que preocupa incluso en Bruselas.
Una situación que preocupa incluso en Bruselas.

Además, la crisis ha provocado un fuerte aumento de la desconfianza de la población hacia los bancos. Una circunstancia detectada incluso por los ejecutivos del sector que, en los últimos tiempos intentan ponerle remedio.

Así, proliferan las nuevas ofertas de préstamos, especialmente hipotecarios o dirigidos a colectivos concretos como los estudiantes. Pero, en general, entre la publicidad bancaria y las posibilidades reales de que los interesados consigan los créditos aún hay una distancia notable.

Ante esa situación, los particulares empiezan a recurrir a una serie de métodos nuevos de financiación que facilita el desarrollo tecnológico. Entre estas fórmulas, destacan sistemas como el ‘crowfunding’ o los minicréditos, que según un reciente estudio sobre préstamos rápidos, se han convertido ya en un recurso utilizado por una buena parte de la población con necesidades financieras. Sus particulares características en lo que respecta a su importe no superior a 600 euros y su plazo máximo de amortización de un mes, lo convierte en un método de financiación de urgencia. Sus elevados honorarios se compensan con la transparencia de que hacen gala entidades como Cashper o Préstamo10 que, en tanto en las calculadoras de préstamos de sus webs como en los términos y condiciones dejan claro en todo momento los intereses y las condiciones del producto.

Tal y como se apunta en el estudio antes mencionado, la cantidad media del minicrédito solicitado es de 241€ lo que da una idea de las situaciones en las que el consumidor acude a este servicio: por lo general, para cubrir necesidades puntuales de liquidez a final de mes, como si de un adelanto de nómina se tratara. La velocidad de tramitación, no superior a una hora, permite al cliente disponer del dinero de manera casi inmediata lo cual lo convierte en la manera más ágil de financiación del mercado. Esta misma rapidez y sencillez de tramitación puede provocar un abuso en la petición de estos créditos a corto plazo, situación que estas entidades advierten a sus usuarios para evitar que caigan en situaciones de impagos y morosidad.

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Prego estudió Ciencias Políticas e inició su carrera en 1974 en los servicios Informativos de TVE, donde trabajó hasta 1994 al frente de numerosos…