El controvertido columnista de El Mundo arremete contra las ONG que no son de la Iglesia y pregunta: ¿Cómo se puede comparar a un cura con un indignado?”. El controvertido columnista de El Mundo Salvador Sostres se ha colado hoy en los digitales a cuenta de un “artículo incendiario” en el que -para defender la repatriación del misionero español infectado por el virus del Ébola– arremete contra el trabajo de las ONG que no son de la Iglesia católica.
Su columna es muy criticada por elplural.com, que la considera una provocación, mientras que parece que a elsemanaldigital.com le parece muy divertido que Sostres de “para el pelo a los críticos con el padre Pajares”. “¿Cómo se puede comparar una vulgar oenegé, pasto de equivocación y de engaño, con la Santa Madre Iglesia?”, inicia su artículo Sostres, algo que para el diario que dirige Enric Sopena es una “provocación” realizada en un “tono indecente” y todo a partir de la supuesta controversia sobre que se pague con dinero público la repatriación del religioso Miguel Pajares.
Para Salvador Sostres, comparando a quienes trabajan en las ONG con los religiosos, “hay diferencias y hay clases. No es lo mismo tener que pagar el rescate de dos idiotas que quieren que carguemos el precio de su inconsistencia, -en alusión a los dos cooperantes catalanes secuestrados en Mauritania-que mostrar agradecimiento por los que sostienen el equilibrio del planeta en sus manos”.
A elsemanadigital.com, sin embargo, se le ve el plumero y se nota que le parece de ‘perlas’ la respuesta de Sostre frente a “bilis” que dice ha soltado contra el padre Pajares las que califica de “izquierda clerofóbica, por lo que pareciera que le da la razón cuando el controvertido columnista escribe: ¿Cómo se puede comparar a un cura con un indignado? ¡Por el amor de Dios! Cómo si nada importara estar o no estar bautizado” o que diga por ejemplo: “La gran y única oenegé fiable es la Iglesia y lo demás son frivolones y desahuciados que se aprovechan de nuestro dinero para ir a encontrarse a ellos mismos al fin del mundo. Hay más desequilibrio que ganas de ayudar en estos pájaros de la chancla”.
