Las acciones de Grifols retrocedían este lunes al cierre un 2,67% hasta marcar 14,74 euros, situando al valor como uno de los más castigados de un Ibex 35 que finalmente cedía un 0,36%. Es la tercera sesión consecutiva de números rojos para la compañía de hemoderivados, que acumula una caída de un 12,6% en lo que va de año. La capitalización bursátil se sitúa en el entorno de los 6.280 millones de euros.
La compañía se ha visto muy penalizada desde el inicio de la pandemia de Covid-19 ya que los inversores entienden que afecta de lleno a su modelo de negocio. Grifols depende en buena medida de la extracción de plasma sanguíneo, y el coronavirus ha provocado un descenso de las donaciones y una subida de los precios.
De hecho, si se compara su actual cotización con los máximos de 33,42 euros que llegó a marcar justo antes de la pandemia (21 de febrero de 2020), las acciones acumulan una caída de un 55%.
El castigo ha sido tal que las acciones de Grifols se sitúan ahora mismo en mínimos que no llegó a marcar ni siquiera en los momentos más duros de la primera ola. Para encontrar una cotización similar a la actual hay que remontarse a octubre de 2014, mes que cerró con una cotización de 14,62 euros.
La tendencia bajista se ha visto alimentada además por algunos inversores a corto. De acuerdo con los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el fondo AKO Capital LLP tiene declarada una posición corta en Grifols de un 0,65% del capital desde el pasado 19 de enero.
La multinacional catalana de hemoderivados ganó 266,8 millones de euros en el primer semestre de 2021, un 22,3% más que en el mismo período de 2020. Los ingresos aumentaron un 2,3%, hasta los 2.536 millones. Esta fue su última presentación de cuentas, ya que decidió no hacer la habitual presentación de noviembre en amparo de la nueva legislación que da a las cotizadas esta opción.
