Efectivos de bomberos en la extinción de un incendio forestal en la carretera N120 en A Cañiza (Pontevedra) el 31 de julio. EFE/ Alberto Sxenick
Europa enfrenta en 2025 una grave tormenta perfecta: olas de calor extremas, sequía persistente y una gestión forestal que no logra prevenir incendios de gran superficie.
Según el EFFIS, la superficie quemada hasta el 15 de julio supera el doble de la media a largo plazo. En este escenario, países del sur como Turquía, Rumanía, Grecia y Francia afrontan grandes siniestros, aunque España logra reducir notablemente su masa forestal afectada al limitarse a poco más del 10 % de la superficie quemada en la UE.
Las causas del aumento de incendios de gran superficie son bien conocidas: el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero ha prolongado los veranos y aumentan las áreas afectadas por sequías, convirtiendo los bosques en combustible fácil.
Con 231.539 ha quemadas hasta el 15 de julio (frente a una media de 105.586 ha), la UE afronta incendios tempranos y numerosos —1.230 incendios frente a 478 de media para estas fechas— impulsados por condiciones anómalas desde febrero y marzo.
La superficie quemada en Europa hasta el 15 de julio es un 119 % superior a la media histórica; los incendios también se disparan en número y duración
Aunque España reduce la cantidad de incendios y superficie quemada, los siniestros que sí ocurren tienden a ser más grandes, más intensos y más difíciles de controlar
El cambio climático prolonga la estación de incendios, endurece los veranos y aumenta el riesgo meteorológico. En España, una primavera húmeda favoreció el crecimiento vegetal, que tras una ola de calor se transformó en combustible peligroso.
Cambio de foco a prevención en lugar de extinción reactiva (gestión de cortafuegos, limpieza, humedad del terreno).
Modelos de mosaico forestal para aumentar la resistencia al fuego.
Fortalecer campañas de concienciación, sanciones, normativa nacional y coordinación autónoma.
Europa afronta un verano marcado por incendios intensificados por condiciones extremas. España, gracias a un contexto más húmedo y control, ha mantenido el número y la extensión de fuegos por debajo de la media comunitaria. No obstante, los grandes incendios actuales reafirman la urgencia de una gestión efectiva.
Las autoridades, servicios de extinción y la población deben mantenerse alerta: el pronóstico indica veranos prolongados y veranos más cálidos. La seguridad colectiva exige inversión, prevención y una adaptación realista al desafío climático que ya está aquí.
Esta semana el Pleno rechazó la rebaja de la jornada laboral. Ganaron los partidarios del…
En plena negociación fiscal, la patronal denuncia que las compañías francesas soportan una presión récord…
El guion de 2025 combina cosechas tensas por clima y enfermedades con un consumo que…
Desde 2021, Afganistán vive un entramado de vetos que cercenan la presencia femenina en todos…
El suceso se ha producido en el bar Mis Tesoros de la calle Manuel Maroto,…
El drama humanitario en Gaza se agrava. El Ministerio de Salud del enclave palestino ha…