La apuesta de Google por las energías renovables da un paso gigante con una inversión récord en infraestructura hidroeléctrica. A través de un acuerdo estratégico con Brookfield Asset Management, la tecnológica pretende reforzar el suministro energético en regiones clave de EEUU, como parte de su estrategia para hacer frente al imparable crecimiento del consumo eléctrico impulsado por la IA y la digitalización.
Modernización de plantas en Pensilvania para liderar el cambio energético
Como parte del acuerdo, Google modernizará dos plantas hidroeléctricas situadas en Pensilvania. Esta actualización forma parte de unos contratos de compra de energía a 20 años, que le permitirán recibir hasta 3.000 megavatios de energía limpia.
Este compromiso permitirá a Google asegurar el suministro energético de sus centros de datos, que requieren cada vez más recursos debido al auge de la IA y el procesamiento de datos masivo.
La colaboración con Brookfield busca una red eléctrica más fuerte y sostenible en el país
Amanda Peterson Corio, responsable de Energía para Centros de Datos de Google, subrayó que el acuerdo contribuirá a «una red eléctrica más sólida» en la región PMJ, clave para el desarrollo de infraestructuras tecnológicas.
Enfocados en las regiones energéticas clave: PMJ y MISO
El plan de Google y Brookfield se centrará inicialmente en los mercados eléctricos del Atlántico Medio (PMJ) y del continente medio (MISO) de EEUU, que abarcan estados como Wisconsin, Michigan e Indiana.
Además, el acuerdo contempla la posibilidad de expandirse a otras regiones del país conforme aumenten las necesidades energéticas.
La región PMJ incluye 13 estados, entre ellos Nueva Jersey y Maryland, y el mayor mercado de centros de datos del mundo, ubicado en Virginia
Esta iniciativa responde directamente al objetivo de Google de alcanzar cero emisiones netas y mantener sus operaciones energizadas con fuentes renovables.
Energía para la era de la IA: una necesidad urgente
Connor Teskey, presidente de Brookfield Asset Management, afirmó que será necesario “suministrar energía a escala y de diversas fuentes” para responder a la creciente demanda de electricidad derivada de la digitalización y la IA.
Google y Brookfield quieren posicionarse como líderes en la transición energética tecnológica, marcando un hito en la financiación y desarrollo de proyectos renovables de gran escala.