Goldman Sachs alcanzó un beneficio de 2.570 millones de dólares en la primera mitad del año, cifra que representa un incremento de un 44% respecto al mismo período del año pasado, ayudado por la fortaleza en sus negocios de banca de inversión y negociación de bonos.
Las ganancias por acción se situaron en 5,98 dólares, 1,32 dólares por encima de las estimaciones de los analistas, que habían augurado que se situarían en 4,66 dólares. También los ingresos batieron los pronósticos del mercado, hasta alcanzar los 9.400 millones de dólares, frente a los 8.740 millones esperados y un 19% por encima de los registrados en el mismo período del año pasado.
El desempeño de Goldman en el comercio de renta fija, materias primas y divisas contrastaron con un trimestre excepcionalmente pobre hace un año, que vio al banco publicar los resultados más débiles de su historia en materias primas. Sin embargo, en el comercio de acciones, Goldman quedó rezagado con respecto a sus rivales.
El banco, al contrario que sus principales rivales, no se ha visto especialmente favorecido por la reforma fiscal impulsada por el Gobierno estadounidense. Su tipo fiscal efectivo pasó del 17,2% el año pasado al 19,4% a junio de este año, debido principalmente al descenso en los beneficios fiscales de la liquidación de los bonus en acciones a los empleados.
El banco, que ha anunciado hoy que en octubre David Solomon sustituirá a Lloyd Blankfein como CEO, logra subir un ligero 0,16% durante la apertura de Wall Street, hasta marcar un precio de 281,60 dólares por acción.
