La campaña estará activa hasta el 31 de agosto y busca revivir el espíritu solidario que hace más de una década logró movilizar a millones de personas en todo el mundo para apoyar la lucha contra esta enfermedad.
Un reto que cambió la investigación de la ELA
En 2014, Pete Frates, exjugador de béisbol y paciente de ELA, retó públicamente a otra persona a echarse un cubo de agua con hielo y nominar a otros a hacer lo mismo, acompañando el gesto con una donación para la investigación. El reto se viralizó bajo el nombre de #Icebucketchallenge y, según Fundela, impulsó la aprobación de nuevos tratamientos, el descubrimiento de genes relacionados con la enfermedad, el desarrollo de tecnologías de asistencia y la creación de colaboraciones internacionales.
Cada donación, grande o pequeña, supone un paso más hacia el objetivo final: encontrar una cura para esta devastadora enfermedad
El impacto fue tal que, como recuerda Maite Solas, vicepresidenta ejecutiva de Fundela, “ayudó de forma significativa a un crecimiento exponencial en la investigación en ELA a nivel mundial, sobre todo el primer año”. La experiencia, añade, demuestra la importancia de movilizar a la sociedad para impulsar la recaudación de fondos.
La ELA, una enfermedad progresiva e incurable
La esclerosis lateral amiotrófica es una enfermedad neurodegenerativa progresiva e incurable que avanza rápidamente y afecta funciones vitales como la movilidad, la deglución, la comunicación y la respiración. En sus fases avanzadas, puede ocasionar la muerte, deteriorando gravemente la calidad de vida y la autonomía de los pacientes.
Fundela insiste en que la concienciación y la solidaridad son esenciales para financiar las investigaciones que permitan desarrollar tratamientos más eficaces. Por ello, anima a todos a “mojarse” y participar en el reto #CubohELAdo, sumando fuerzas para que la lucha contra la ELA siga avanzando.