“El patrón de crecimiento confirma un menor equilibrio entre demanda interna y externa”, apunta en una nota, en la que explica que “la primera aportará al PIB 3,1 puntos”. “Dentro de esta”, expone, “la inversión gana protagonismo, mientras que el consumo privado se mantiene sin cambios respecto a la anterior previsión y el consumo público modera la suya”.
Para Funcas “el ciclo expansivo de la inversión en construcción se irá afianzando, tanto en el segmento residencial como en el de ‘otras construcciones’, que incluye infraestructuras y otros proyectos de las administraciones públicas” y el desembolso de los fondos europeos “se reflejará en la inversión en bienes de equipo”. El sector exterior, por su parte, restará 0,2 puntos.
Respecto a 2026, el PIB avanzará un 1,9%, tres décimas más que en la anterior previsión, y en 2027 crecerá un 1,7%, valor todavía superior a la media europea pero “ya cercano al potencial” de la economía española.
Desaceleración por el turismo, la inversión pública y el consumo
En su opinión, “la desaceleración se producirá como consecuencia del debilitamiento de algunos factores que han sostenido el ciclo expansivo en los últimos años, como el turismo, la inversión pública, a medida que los fondos europeos se agotan, y el consumo privado, por la pérdida de vigor del impulso demográfico”. A este respecto, Funcas parte de la hipótesis de una “ralentización de la inmigración que se explica por la dificultad para encontrar vivienda”.
Así, la población activa extranjera aumentaría en 875.000 personas en el trienio 2025-2027, frente a 1.080.000 en el trienio precedente.
Desafíos para la economía
Funcas ha subrayado los “tres grandes desafíos” para la economía española, que, “si bien no son determinantes para el crecimiento a corto plazo, sí requieren reformas estructurales a largo”. Se trata de la inversión empresarial, el mercado de la vivienda y el déficit público.
“Aunque la caída de la inversión empresarial no es tan dramática como indicaban las cifras iniciales, la debilidad de esta sigue siendo decepcionante en un contexto de ayudas procedentes de los fondos Next Generation y de dinamismo de la economía”, ha explicado el director general de Funcas, Carlos Ocaña.
Por otra parte, “sorprende que el gasto público esté creciendo a un ritmo muy superior al que marca el techo de gasto, incluso en un contexto de prórroga presupuestaria”, asegura.
Respecto a los otros dos “retos” para la economía española, Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, ha advertido que “la reactivación de la construcción solo empezará a reducir el déficit habitacional a partir de 2026 y que el ritmo de reducción de los desequilibrios presupuestarios será más lento que en los años de fuerte crecimiento e inflación”.
Inflación
Este año, según estos pronósticos, la inflación se situará todavía en el entorno del 2,5%, por la presión de los precios de los alimentos y de los servicios. En 2026 el IPC podría converger hacia el objetivo del BCE y mantenerse en ese entorno en 2027 por la “apreciación del euro y el mantenimiento de los precios energéticos en niveles relativamente reducidos, que frenarán la inflación importada en los próximos trimestres”.
Más de medio millón de empleos
Funcas espera la creación de cerca de 550.000 empleos netos de aquí hasta finales de 2027, con lo que la tasa de paro descendería hasta el 9,2%, el nivel más bajo desde 2007. Los grandes retos para el mercado laboral, en su opinión, son “la transición de los jóvenes a la vida activa y la vuelta al empleo de los parados”.
Por último, el déficit público bajará hasta el 2,8% del PIB este año, en particular por el efecto favorable del ciclo sobre los ingresos tributarios. A partir de ahí, la corrección de los desvíos será escasa, por la desaceleración y a falta de medidas de ajuste. La deuda podría caer al 97,5% del PIB a final de 2027.









