Fernando Aramburu: «Patria podría ser una ópera, en Autorretrato hay sonatas»

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Fernando Aramburu: «Patria podría ser una ópera, en Autorretrato hay sonatas»

En "Autorretrato sin mí", Aramburu escribió "a contracorriente del pudor", intentando superarlo "sin eliminarlo del todo".

Autorretrato sin mí

Tras llegar a casi un millón de lectores con su novela «Patria«, el escritor español Fernando Aramburu pone «en remojo» su éxito y, en un giro personal y literario, ahonda en el alma humana a través de una serie de textos en prosa que componen su particular «Autorretrato sin mí» (Tusquets).

Lo escribió a lo largo de años en una suerte de monólogo interior, muchos ante una copa de vino en viajes o esperas en aeropuertos, durante la larga e intensa promoción de su anterior libro, que narra la historia de dos familias separadas por el grupo armado vasco ETA.

«‘Patria’ podría ser una ópera y esto son sonatas», dijo hoy en la presentación de su nueva obra en el Instituto Cervantes de Madrid.

«Autorretrato sin mí» se esbozó sin un horizonte fijo, a partir de una «acumulación de textos» con un tono y una esencia comunes en los que el autor se muestra a sí mismo y espera que el lector se reconozca y se encuentre en su «dibujo», sin fechas ni anécdotas.

«No explico dónde nací, dónde estudié o a qué partido político voto, sino que traslado al lector lo que me constituye como ser humano. Y el lector se enfrentará a asuntos de los que nadie está exento, sea quien sea o viva donde viva, como la infancia o la muerte», destacó.

El hombre que en los últimos dos años llenó salas, auditorios y librerías con sus presentaciones de «Patria» reconoce que desde niño sintió «una membrana» que lo separaba de los demás y que tiene «cierta dificultad» para verbalizar emociones y sentimientos.

«Me da algo de vergüenza, una de mis mayores torturas cuando era niño era ir a confesarme y tener que abrirme», admitió hoy ante la prensa.

En «Autorretrato sin mí», Aramburu escribió «a contracorriente del pudor», intentando superarlo «sin eliminarlo del todo».

«Habito desde que nací en un hombre que llamo Fernando Aramburu. No voy a quejarme. Hay desiertos peores. Este hombre me obliga a madrugar. Se ha ido metiendo en años. Tenía una melena que se le derramaba sobre los hombros. Hoy lleva, llevamos, los pensamientos al aire».

Así arranca la obra, que da paso a muchos de esos pensamientos al aire. El escritor, nacido en el País Vasco y afincado en Alemania desde hace 30 años, reconoce que, en un momento dado, sintió que el fenómeno de «Patria» lo sobrepasaba y se tornaba incluso «invasor».

«Pero un compañero me dijo: déjate de bobadas y disfrútalo. Y es lo que estoy haciendo. Eso y poner un límite», reveló.

Lo más gratificante de su éxito fue sentirse «abrazado» por víctimas del terrorismo de ETA, reconoce. Por personas que pese a haber perdido a un ser querido se sintieron «comprendidas» en su obra.

El autor también sabe que otros no aceptaron su versión de la historia, pero considera «un avance positivo» que se haya refutado «con argumentos» y dentro de «un debate pacífico». «Hace 20 o 30 años, seguramente me hubieran amenazado y puesto en la diana», dijo.

Más de seis años después del cese definitivo de la violencia de ETA, que desde la década de los 60 mató a más de 800 personas en su afán por conseguir la independencia del País Vasco, en España se espera la disolución del grupo vasco, que podría producirse este mismo año.

La noticia sería «altamente positiva» para el autor de «Patria», quien recordó que «la mera existencia» de ETA «es terrorismo, aunque ya no actúe». «Entonces sí se podría hablar de un lamentable y sangriento periodo histórico concluido», señaló hoy.

Con 700.000 ejemplares vendidos, casi un millón de lectores y una futura serie de televisión en HBO, Aramburu afirma que el éxito de la novela no influirá en su futura creación literaria.

Con «Autorretrato sin mí» recién sacado del horno, en su cocina ya hay nuevos proyectos. Su próxima obra, ya finalizada, se ocupa «de forma reflexiva de la poesía de otros» con comentarios «vinculados a determinadas vivencias» personales. Y a continuación, habrá una novela de la que no quiso dar detalles.

Eso sí, sus planes no pasan por regresar a España. «A mí me enterrarán en Alemania, a no ser que me expulsen de allí», dijo hoy entre risas.

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