Europa, en jaque por la crisis en Oriente Próximo: El gas natural y el petróleo disparan la alerta energética

Oriente Próximo

Europa, en jaque por la crisis en Oriente Próximo: El gas natural y el petróleo disparan la alerta energética

El conflicto entre Irán e Israel amenaza con bloquear el estrecho de Ormuz, clave para el transporte mundial de energía, y desatar una nueva crisis económica global marcada por inflación, tensiones comerciales y escasez de suministro.

Unión Europea
Unión Europea
El aumento de las tensiones en Oriente Próximo y los ataques sobre infraestructuras clave en Irán han disparado los precios del petróleo y el gas natural licuado (GNL), elevando el riesgo de inflación y ralentización económica en Europa. La posible interrupción del tránsito por el estrecho de Ormuz pone en jaque a uno de los corredores energéticos más importantes del mundo.. La reciente escalada bélica entre Israel, Irán y Estados Unidos ha vuelto a encender las alarmas sobre el impacto global del conflicto. El ataque israelí del 13 de junio sobre instalaciones estratégicas iraníes y la posterior ofensiva de EEUU han llevado los precios del crudo a niveles preocupantes. A esto se suma el temor de que los yacimientos de gas natural y las rutas de transporte, en especial el estrecho de Ormuz, se conviertan en objetivos militares, poniendo en riesgo un tercio del suministro mundial de petróleo y una quinta parte del GNL. El estrecho de Ormuz: un punto crítico para el suministro global Aunque Irán necesita mantener abierto el paso para exportar hacia China e India, los riesgos de seguridad ya están impactando en el mercado energético. La negativa de algunos petroleros a atravesar la zona, como anunció Frontline, ha provocado que las aseguradoras eleven sus primas y países como Qatar retrasen sus envíos de GNL. Cualquier interrupción elevaría los precios por encima de los 100 dólares por barril. La tensión en el estrecho ya ha repercutido en los precios del crudo y el GNL, incluso sin llegar a su cierre total Dependencia europea y aumento de precios del gas La Unión Europea, que ha reducido su dependencia del gas ruso, es especialmente vulnerable. Países como Bélgica, Italia y Polonia importan entre el 38% y 45% de su GNL desde Qatar. La referencia del mercado europeo, el TTF holandés, alcanzó los 41 euros/MWh, máximos de tres meses. Aunque la demanda de gas es baja en verano, el calor extremo impulsa el uso de refrigeración, lo que podría agravar la situación. Inflación, endurecimiento monetario y efectos sobre la economía Los efectos no se limitan al sector energético. El encarecimiento del gas y el crudo presiona al alza la inflación, lo que puede forzar a los bancos centrales —incluidos el BCE y el Banco de Inglaterra— a frenar posibles bajadas de tipos. Esto supondría mayores costes de financiación para familias y empresas, afectando a la inversión y el consumo. La inflación persistente podría obligar a los bancos centrales a mantener una política monetaria restrictiva durante más tiempo El impacto en el sector industrial y el comercio mundial Para el sector manufacturero europeo, el encarecimiento de la energía se suma a las tensiones comerciales por los aranceles estadounidenses. Según Marco Forgione, la incertidumbre actual es comparable a "jugar al ajedrez en cuatro dimensiones". Las subidas de precios, la posible escasez de suministros y el fenómeno de la contracción inflacionaria (productos más pequeños al mismo precio) dibujan un escenario difícil. China, otro actor vulnerable del conflicto China, que importa 1,5 millones de barriles diarios desde Irán (el 10% de su demanda), también podría sufrir las consecuencias si estas exportaciones se detienen. Esto podría obligar al gigante asiático a buscar nuevos proveedores, empujando aún más los precios al alza. Irán es el noveno productor mundial de petróleo y comparte con Qatar el mayor yacimiento de gas natural del mundo ¿Y si Europa se ve implicada? El mayor temor de los analistas es que la crisis se extienda y acabe implicando directamente a Reino Unido, Francia u otros países europeos. En ese escenario, las repercusiones geopolíticas, energéticas y económicas podrían ser aún más profundas y duraderas.

El aumento de las tensiones en Oriente Próximo y los ataques sobre infraestructuras clave en Irán han disparado los precios del petróleo y el gas natural licuado (GNL), elevando el riesgo de inflación y ralentización económica en Europa. La posible interrupción del tránsito por el estrecho de Ormuz pone en jaque a uno de los corredores energéticos más importantes del mundo.

La reciente escalada bélica entre Israel, Irán y Estados Unidos ha vuelto a encender las alarmas sobre el impacto global del conflicto. El ataque israelí del 13 de junio sobre instalaciones estratégicas iraníes y la posterior ofensiva de EEUU han llevado los precios del crudo a niveles preocupantes. A esto se suma el temor de que los yacimientos de gas natural y las rutas de transporte, en especial el estrecho de Ormuz, se conviertan en objetivos militares, poniendo en riesgo un tercio del suministro mundial de petróleo y una quinta parte del GNL.

El estrecho de Ormuz: un punto crítico para el suministro global

Aunque Irán necesita mantener abierto el paso para exportar hacia China e India, los riesgos de seguridad ya están impactando en el mercado energético. La negativa de algunos petroleros a atravesar la zona, como anunció Frontline, ha provocado que las aseguradoras eleven sus primas y países como Qatar retrasen sus envíos de GNL. Cualquier interrupción elevaría los precios por encima de los 100 dólares por barril.

La tensión en el estrecho ya ha repercutido en los precios del crudo y el GNL, incluso sin llegar a su cierre total

Dependencia europea y aumento de precios del gas

La Unión Europea, que ha reducido su dependencia del gas ruso, es especialmente vulnerable. Países como Bélgica, Italia y Polonia importan entre el 38% y 45% de su GNL desde Qatar. La referencia del mercado europeo, el TTF holandés, alcanzó los 41 euros/MWh, máximos de tres meses. Aunque la demanda de gas es baja en verano, el calor extremo impulsa el uso de refrigeración, lo que podría agravar la situación.

Inflación, endurecimiento monetario y efectos sobre la economía

Los efectos no se limitan al sector energético. El encarecimiento del gas y el crudo presiona al alza la inflación, lo que puede forzar a los bancos centrales —incluidos el BCE y el Banco de Inglaterra— a frenar posibles bajadas de tipos. Esto supondría mayores costes de financiación para familias y empresas, afectando a la inversión y el consumo.

La inflación persistente podría obligar a los bancos centrales a mantener una política monetaria restrictiva durante más tiempo

El impacto en el sector industrial y el comercio mundial

Para el sector manufacturero europeo, el encarecimiento de la energía se suma a las tensiones comerciales por los aranceles estadounidenses. Según Marco Forgione, la incertidumbre actual es comparable a «jugar al ajedrez en cuatro dimensiones». Las subidas de precios, la posible escasez de suministros y el fenómeno de la contracción inflacionaria (productos más pequeños al mismo precio) dibujan un escenario difícil.

China, otro actor vulnerable del conflicto

China, que importa 1,5 millones de barriles diarios desde Irán (el 10% de su demanda), también podría sufrir las consecuencias si estas exportaciones se detienen. Esto podría obligar al gigante asiático a buscar nuevos proveedores, empujando aún más los precios al alza.

Irán es el noveno productor mundial de petróleo y comparte con Qatar el mayor yacimiento de gas natural del mundo

¿Y si Europa se ve implicada?

El mayor temor de los analistas es que la crisis se extienda y acabe implicando directamente a Reino Unido, Francia u otros países europeos. En ese escenario, las repercusiones geopolíticas, energéticas y económicas podrían ser aún más profundas y duraderas.

Más información

La decisión supone un giro respecto a finales de 2024, cuando la administración Biden había relajado algunas limitaciones al empleo de armas sensibles. Bajo…
En los últimos diez años, el mercado residencial español ha combinado un fuerte repunte de precios, una oferta de alquiler asequible insuficiente y un…
En 2023 el gasto sanitario público consolidado alcanzó los 2.021 euros por habitante (6,5% del PIB) y el capítulo de servicios primarios de salud…