Cartera vacía
A pesar de que la economía española creció un 3,4% en 2024 y se crearon más de 400.000 nuevos empleos, el problema de la pobreza laboral sigue afectando a millones de personas. Según cálculos de Oxfam Intermón, la tasa se mantuvo en el 11,6%, lo que sitúa a España como el tercer país con mayor pobreza laboral de la Unión Europea, solo por detrás de Rumanía y Grecia.
«A pesar de los avances con la reforma laboral y el aumento del salario mínimo, la pobreza laboral sigue siendo una deuda pendiente», advierte Alejandro García-Gil, responsable de protección social y empleo en Oxfam Intermón
Uno de los principales focos de preocupación señalados por Oxfam este 1 de mayo son las personas trabajadoras con contratos a tiempo parcial o fijos discontinuos, así como las personas autónomas. Estos colectivos son los que presentan las tasas más altas de pobreza laboral, a pesar de estar empleados.
Una de cada cuatro personas autónomas está en pobreza laboral, frente a una de cada diez asalariadas.
Las personas que trabajan a tiempo parcial sufren una tasa del 21,3%, el doble que quienes tienen jornada completa (10,6%).
Además, el origen de la persona trabajadora sigue siendo un factor clave de discriminación: el 30% de las personas extracomunitarias sufre pobreza laboral, tres veces más que las personas nacidas en España.
La formación también es un eje crucial. La tasa de pobreza laboral alcanza el 19,2% entre quienes tienen solo educación primaria, pero cae hasta el 5,7% entre quienes han cursado estudios superiores.
Otro factor de riesgo es la composición del hogar:
Las familias numerosas registran una tasa del 36,4%.
En los hogares monomarentales, la cifra alcanza el 30%.
Estas situaciones reflejan una precariedad que afecta especialmente a mujeres y a quienes tienen a su cargo a menores, evidenciando una desigualdad estructural que va más allá del mercado de trabajo.
“No basta con crecer, hay que repartir. Mientras una parte de la población mejora, otra queda atrapada en empleos que no permiten salir de la pobreza”, concluye Oxfam
Para revertir esta situación, Oxfam Intermón propone una batería de medidas, entre las que destacan:
Adoptar la Directiva europea que protege a las personas con contratos a tiempo parcial.
Establecer por ley subidas automáticas del SMI cada año.
Crear una prestación universal por infancia para reducir la pobreza asociada a hogares con menores.
Exigir a la administración salarios de referencia dignos en sus contrataciones de servicios.
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