España se engancha a la televisión de pago

España se engancha a la televisión de pago

La televisión de pago suma ya más de 6,4 millones de abonados en España. Desde que tocó suelo en 2013, el número de suscriptores se ha disparado un 65%.

La televisión de pago sigue creciendo de forma imparable en España y roza ya los 6,5 millones de abonados, tras atraer a más de dos millones de suscriptores en el último lustro. Así, actualmente, uno de cada tres hogares paga por consumir contenido televisivo, según un informe reciente publicado por Deloitte. Son varias las razones que explican este empujón en una industria a la que aún le queda potencial para medrar, si tenemos en cuenta sus cifras de penetración en otros países europeos: las ofertas empaquetadas de los operadores, el ‘boom’ de las series y los contenidos originales y el reclamo por parte de los consumidores de servicios ‘premium’, como la posibilidad de parar un programa durante su emisión o de ver cualquier contenido en los siete días posteriores.

Tras sobrepasar la barrera de los seis millones de abonados en 2016, a cierre del tercer trimestre 2017, los últimos datos oficiales recogidos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la cifra alcanzaba ya los 6,4 millones, un 7% más que un año antes. Desde 2013, cuando la televisión de pago tocó suelo, el número de suscriptores se ha disparado un 65%.

Teniendo en cuenta la tendencia alcista de los últimos ejercicios, todo apunta que a finales de 2017 se podría haber tocado la marca de los 6,5 millones. Una progresión que también se ve reflejada en los ingresos del sector: la facturación rondaba el año pasado los 485 millones de euros por trimestre, frente a la media de 430 millones cada tres meses en 2016.

El principal actor de la televisión de pago en nuestro país es Movistar, que domina el mercado tanto en abonados como en ingresos. A finales de septiembre del ejercicio pasado alcanzaba los 3,75 millones de suscriptores, de acuerdo a los datos del organismo regulador, casi el doble de lo que suman los dos siguientes operadores, Vodafone y Orange (con 1,3 millones y algo más de 585.000, respectivamente). Y sigue creciendo: según los resultados del primer trimestre de 2018 publicados recientemente por Telefónica, el número de clientes de la plataforma Movistar+ asciende ya a los 3,9 millones.

En cuanto a la facturación, de los cerca de 485 millones de euros que ingresa esta industria cada trimestre, Movistar+ factura 400 millones, cuatro veces más que los 50 millones que registra Vodafone, mientras que Orange apenas llega a los 16 millones.

La aceleración que está viviendo la televisión de pago en España no tiene visos de frenarse: la consultora Deloitte, en su informe ‘Informe Conecta 2018’, estima que en 2021 alcanzará una penetración del 41%, frente al 33% anotado en 2016. Pero su potencial de crecimiento es aún más amplio, teniendo en cuenta la media europea actual del 60%.

Este avance se apoya y se apoyará en la ofertas de paquetes convergentes de los operadores, que suelen incluir este servicio. A día de hoy, un 85% de los suscriptores de televisión de pago en España lo está a través de una tarifa ‘empaquetada’ y es el principal motivo por el que han contratado el servicio, según el estudio de Deloitte.

La segunda razón, apuntada por el 35% de los abonados, son los canales de series, por delante incluso de los contenidos deportivos, que ocupan la tercera posición. Y este ‘boom’ de las series de televisión, animado por la ebullición de las plataformas en ‘streaming’, ha calentado a su vez la producción de contenidos originales. En nuestro país, el motor de la creación de contenidos nuevos en la televisión de pago es también Movistar+: en el último año ha estrenado series ambiciosas de gran presupuesto como ‘La Zona’ y ‘La Peste’ y comedias como ‘Vergüenza’ y ‘Mira lo que has hecho’.

Además, la plataforma ha puesto en marcha programas de referencia en el ámbito del humor como ‘Late Motiv’ y ‘La Resistencia’ y ha rescatado el reality ‘Fama, a bailar’ con una producción y fotografía innovadoras.

Consumo bajo demanda y servicios adicionales

La forma de ver la televisión ha cambiado. En 2017, según el citado estudio, un 42% del consumo de contenidos audiovisuales se realizó bajo demanda; es decir, no se visualizó de forma lineal a la hora de su emisión en un canal, sino que el espectador accedió al contenido desde una aplicación del televisor, el ordenador o cualquier otro dispositivo para verlo en el momento que le apetecía. Ya no horarios ni límites en la televisión, puede verse cuándo y dónde se desee.

Por eso, cada vez se valoran más los servicios que ofrecen los operadores de televisión de pago para poder disfrutar de los contenidos desde cualquier dispositivo, tener el contenido de los últimos siete días siempre disponible o poder grabar toda una serie simplemente pulsando un botón una vez. Ademas, los televidentes aprecian cada vez más la calidad de la presentación de los contenidos que ofrecen los servicios de suscripción como valor añadido en los eventos deportivos, por ejemplo, la función mosaico que permite disfrutar de una carrera de Fórmula 1 desde diferentes perspectivas estratégicas.

Adiós a las barreras

En medio de esta transición del consumo televisivo hacía la modalidad bajo demanda que permite disfrutar de los contenidos audiovisuales desde cualquier lugar, la UE acaba de poner fin a uno de loas mayores escollos para poder ver series y películas cuando se viaja fuera del país. El pasado 1 de abril entró en vigor el reglamento por el que se garantiza la portabilidad transfronteriza de los servicios de contenidos por internet en el mercado único, que busca adaptar las normas sobre derechos de autor a la nueva realidad del consumo de la cultura y el entretenimiento.

De esta forma, todos los ciudadanos de la europeos suscritos a servicios ‘online’ como Netflix, Spotify, HBO o Movistar+ pueden acceder a sus contenidos cuando hagan un viaje a otro Estado miembro, manteniendo las mismas condiciones y sin ningún tipo de coste complementario.

Así, por ejemplo, tanto el catálogo de Netflix como el contenido bajo demanda como las emisiones en directo de Movistar+ contratadas por el usuario en España estarán disponibles en otro país de la UE tanto si se desplaza por vacaciones como si lo hace por trabajo, sea durante unos días o unos meses.

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