España lidera el proyecto Proba-3 de la Agencia Espacial Europea

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España lidera el proyecto Proba-3 de la Agencia Espacial Europea

Se lanzarán al espacio dos satélites que volarán de forma sincronizada.

Proba 3 Event

Rueda de prensa de presentación del proyecto

La misión generará eclipses artificiales para facilitar el estudio de las tormentas solares,

En Amberes ultiman los detalles finales de la pareja de satélites Proba-3 que serán lanzados al espacio en septiembre desde la India. Es un programa de la Agencia Espacial Europea (ESA) para estudiar las tormentas solares y su influencia en la Tierra. El proyecto está liderado por España y Bélgica. La principal adjudicataria es la ingeniería española Sener, con centros en el País Vasco, Barcelona y Madrid, que encabeza un consorcio en el que participan más de 29 sociedades de 17 países.

Proba 3 (ESA)

Esta semana los medios de comunicación y expertos pudieron visitar en Kruibeke, en las inmediaciones de Amberes (Bélgica), como se ultiman los detalles en los dos satélites que fueron construidos por Airbus España. Aquí en la ciudad flamenca la empresa Redwire practica con sus expertos las últimas pruebas antes de enviar a la India los dos artefactos.

Esta misión encargada por la ESA, y dotada con unos 270 millones de euros, será la primera en la que los dos satélites volarán en formación de alta precisión, comunicándose entre sí. Con anterioridad no se había realizado una expedición de estas características. Uno de los satélites, el Coronagraph alojará el coronógrafo, instrumento que apuntará directamente al sol. El segundo, Occulter, formará un eclipse artificial al interponerse entre el astro y el Coronagraph. Estarán distanciados 144 metros y a unos 60.000 kilómetros de la Tierra. Para uno de los responsables de la ESA que estuvo en Kruibeke, Dietmar Pilz, esta será “una misión extremadamente desafiante desde el punto de vista técnico que requerirá una precisión sin precedentes”.

Cada uno de los satélites actuará de manera independiente, calculando su posición y trayectoria con respecto a su homólogo, sin el apoyo de un operador humano, empleando avanzados sistemas de guiado, navegación y control, una rama de la ingeniería que se ocupa del diseño de sistemas para controlar el movimiento de vehículos, tanto tripulados, como autónomos.

Sener, Proba 3 1

Los científicos quieren estudiar más a fondo la corona solar que es donde se origina la meteorología espacial y para ello necesitan ocultar la cara ardiente del astro. Hasta ahora solo podían practicarlo con los eclipses naturales cuando estos se producen y en el breve intervalo en el que ocurren. Con este sistema crearán “eclipses solares a la carta”. Los dos satélites de 350 y 200 kilos aproximadamente tendrán una órbita elíptica en la que circundarán la Tierra en 19 horas, de las cuales 6 serán de utilidad para los fines que persigue el proyecto.

El consorcio de empresas lleva trabajando más de diez años para diseñar, fabricar y acoplar los dos satélites con la coordinación española y belga. Sener es contratista principal de la misión y responsable tanto del segmento de vuelo como del de tierra, y la participación de la industria española se completa por Airbus Defence and Space quien ha llevado a cabo el diseño y la fabricación de las dos plataformas, y por GMV para el desarrollo del subsistema de vuelo en formación, del Flight dynamics y de la función de GPS relativo. En cuanto a las industrias belgas, Redwire se encarga de la aviónica y de las operaciones, y lleva a cabo las pruebas funcionales en los satélites, así como de la integración y de uno de los instrumentos científicos (3DEES); por su parte, Spacebel ha desarrollado tanto el software embarcado como el segmento de tierra y el simulador para los dos satélites.

VISITA A LA PLANTA

Invitados y periodistas pudieron ver de cerca los dos satélites en la denominada sala blanca, un lugar en el que hay que entrar equipado para evitar cualquier contaminación de los aparatos. Allí los técnicos expusieron con verdadera pasión todas las características de estos artefactos. Han participado ingenieros y expertos de varios países en una coordinación que “para si quisieran otras muchas actividades que se desarrollan en Europa” según uno de ellos.

Sener, Proba 3 2

Aquí es importante también la informática. Se diseñan programas específicos para todas las operaciones de los satélites. En general se ven profesionales muy jóvenes en esta empresa belga. Una ingeniera aeronáutica española, Esther Bastida, una veinteañera que a está contratada por la ESA en una de sus plantas en Holanda, confirma que se trabaja “con mucha pasión, todos los que estamos aquí somos muy vocacionales, nos encanta el espacio y sus retos”.

La visita es muy ilustrativa del potencial que tiene el espacio. Los expertos se quejan, sin embargo, del exceso de basura espacial. Es decir, del alto número de aparatos que dan vueltas alrededor de la tierra con posibilidades de chocar entre sí. A medida que se incrementa el lanzamiento de satélites crece el número de expertos que reclama una regulación internacional para evitar males mayores.

LA AGENCIA ESPACIAL EUROPEA

La ESA fundada en 1975 está formada por 22 países -a los que irán incorporándose en breve los del este del Europa-, de los cuales los principales contribuyentes son Alemania y Francia -la sede principal está en Paris- y cuenta con un presupuesto de 7790 millones de euros. España, que forma parte de la Agencia desde 1979, se comprometió en 2019 a aportar 1200 millones para el período entre 2019 y 2024 por iniciativa de Pedro Duque, entonces ministro y astronauta formado en la Agencia. Tiene en marcha varias misiones y esta no es una de las más relevantes desde el punto de vista económico, aunque sí por sus características. Parte del dinero con el que contribuye España revierte en la industria nacional como es el caso del Proba-3. “Esa inversión en tecnología avanzada un estímulo para la industria de nuestro país” según uno de los técnicos españoles que estuvo en Kruibeke.

Amberes2 MBango

Antes de esta misión España también lideró el lanzamiento del satélite de observación SMOS que analiza la humedad en los continentes y la salinidad en los océanos y el telescopio de búsqueda de exoplanetas Cheops.

La ESA, que emplea directamente a 2.200 personas, entre ellos muchos españoles, ha colaborado puntualmente con otras agencias similares, de las cuales la más conocida es la NASA. Pero ahora son muy pujantes en este ámbito China e India, sin olvidar a Rusia o Japón. Y luego hay que contar con iniciativas empresariales privadas como los SpaceX de Elon Musk, cuyos satélites son muy visibles en ocasiones.

Fotos por Mario Bango y cedidas por Sener.

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