España es el décimo país de la UE con más solicitudes de patentes

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España es el décimo país de la UE con más solicitudes de patentes

España se presentaron 1.925 patentes, la segunda cifra más alta de la historia de este país, solo superada por las 1.945 patentes presentadas el año anterior.

Firma de documentos, hipoteca.

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España es el décimo país de la Unión Europea (UE) con más solicitudes de patentes presentadas por parte de empresas, organismos públicos e inventores ante la Oficina Europea de Patentes (OEP), con sede en Múnich (Alemania), que superan las 1.900, principalmente vinculadas a las tecnologías de la salud.

España es el décimo país de la Unión Europea (UE) con más solicitudes de patentes presentadas por parte de empresas, organismos públicos e inventores ante la Oficina Europea de Patentes (OEP), con sede en Múnich (Alemania), que superan las 1.900, principalmente vinculadas a las tecnologías de la salud.

En total, desde España se presentaron 1.925 patentes, la segunda cifra más alta de la historia de este país, solo superada por las 1.945 patentes presentadas el año anterior, cuando crecieron un 8,4 por ciento según el Índice de Patentes de la OEP 2021.

Si bien el número de solicitudes ha decrecido en un 1 por ciento entre un año y otro, España ha logrado posicionarse entre los 10 primeros países de la UE con más solicitudes de patentes. Este país sigue las tendencias globales, donde se han consolidado los nuevos paradigmas de mercado y las necesidades relacionadas con la salud.

«España sigue siendo muy fuerte en este sector», ha comentado el director de Comunicación y portavoz de la OEP, Luis Berenguer, en una entrevista concedida a Europa Press, quien ha recordado las tres áreas que han demandado un mayor número de solicitudes de patentes.

Actualmente, está a la cabeza el sector de los productos farmacéuticos (a pesar de haber experimentado una caída del 4,2 por ciento) y le siguen el de la biotecnología (que creció un 11 por ciento en número de solicitudes) y la salud (que experimentó una subida del 9,2 por ciento).

«Esto demuestra que el clúster de las tecnologías de la salud es muy potente por el trabajo de los institutos públicos de investigación y otros de universidades públicas», ha matizado este portavoz.

El informe de la OEP, que recoge que una de cada cuatro solicitudes en España está relacionada con tecnologías sanitarias, también menciona que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) fue un año más el principal solicitante de patentes de España en la OEP.

Asimismo, de los diez mayores solicitantes españoles, seis fueron universidades o centros de investigación, como la Universitat de Barcelona, la Fundación Tecnalia Research & Innovation, la Universidad Autónoma de Barcelona o la Universidad de País Vasco.

Si el análisis se centra en el número de solicitues presentadas a nivel regional, el informe de esta Oficina determina que Cataluña tuvo la mayor cuota de solicitudes de patentes en 2022, con un 31,4 por ciento del total.

Le sigue Madrid, con una cuota del 21,3 por ciento del total de solicitudes de patentes de España en la OEP, mientras que Navarra y País Vasco lograron los mayores incrementos de peticiones dicho año, con un 14,3 por ciento y un 13,8 por ciento más más que en 2021, respectivamente.

INCERTIDUMBRE E INVERSIÓN EN INVESTIGACIÓN

En un clima de incertidumbre económica, marcado entre otros factores por la inflación o la guerra de Ucrania, la OEP ha observado que empresas e investigadores no han dejado de crear y desarrollar patentes, aunque lo han hecho con cierta prudencia dadas las circunstancias.

«A nivel global, en períodos de incertidumbre la gente suele ser más prudente. No obstante, tal y como se ha visto en otras ocasiones, como la burbuja de 2008 o la del ‘puntocom’, el número de patentes no se ve directamente afectado», ha comentado Berenguer, que cree que «en épocas de crisis, empresas e investigadores ven cómo la innovación es la vía de salida, porque abre nuevos mercados y nuevas vías de trabajo y consolida las existentes previamente».

A pesar de ello, sí que ha matizado que España sigue mostrando cierto reparo a la hora de registrar sus ideas. «Mientras que en otras culturas económicas, la patente es una inversión, aquí se sigue considerando un gasto», ha dicho el portavoz.

Es aquí donde la OEP encuentra cierto desfase entre la posición que ocupa España en el número de solicitudes de patentes europeas en la Unión Europea (la décima) frente al puesto que ocupa a nivel global (la decimoséptima), «muy inferior al que le debería corresponder en relación con su potencia económica e industrial, porque España podría estar entre las diez primeras economías a nivel global», ha añadido.

«Esto obedece a que hay gente que no entiende que las patentes son elementos que justifican una innovación y la cierran, frente a posibles apropiaciones de terceros», ha comentado Berenguer, que también ve en estas patentes «un activo que abre puertas a la inversión de fondos externos».

En este sentido, la OEP recuerda que España sigue siendo superada por otras grandes economías, puesto que Estados Unidos, Alemania, Japón, China y Francia fueron los principales países de origen que más solicitudes aportaron en su último índice. «En España queda mucho por hacer en materia de concienciación y de cambio cultural hacia las patentes», ha comentado el portavoz.

ESPAÑA, FUERA DE LA PATENTE EUROPEA

El próximo 1 de junio entrará en vigor la denominada Patente Europea Unitaria, que ofrece un sistema simple mediante el cual será posible proteger una idea en los países miembro con la presentación de una única solicitud, algo que hasta ahora existía únicamente con los gráficos y los dibujos de dichas patentes.

Debido a que se unifican los procesos, no solo se tramitan antes estas solicitudes, sino que también es más sencilla la defensa de sus derechos ante un mismo tribunal, ya que no precisa de una validación nacional, sino que tiene efecto unitario. Estas patentes son, además, de un pago único y con ellas se tiene una protección automática en los países miembro.

«España ha decidido que no forma parte de los grandes países europeos y está fuera de ella, como otros países como Hungría o Polonia, porque lleva años reivindicando que se puedan presentar los documentos en español como lengua tecnológica, cuando ahora solo se puede hacer en inglés, francés y alemán», ha dicho Berenguer.

Si bien ha reconocido que la OEP ha estado en conversación con el Gobierno «hacerles ver» la relevancia de este sistema «para una potencia económica como España» formara parte de este sistema, desde la Oficina consideran que la barrera del idioma es inexistente en estos casos «porque las empresas que van a acceder a Europa hablan inglés».

Cabe recordar que, actualmente, existen dos métodos de registro de patentes en España. Para registrar una idea solo para España es necesario acudir a la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) pero, si se busca vender productos en el extranjero, se debe hacer un trámite más y acudir a la OEP. «Se duplican tasas y gastos y, evidentemente, sigue siendo obligatorio presentarlo en otra de sus lenguas oficiales», ha concluido.

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