En concreto, los ingresos totales desestacionalizados de la zona del euro aumentaron en unos 17.000 millones de euros en comparación con el primer trimestre, pero bajaron del 46,7% del PIB al 46,2%. El gasto público se situó en el 53,1% del PIB, frente al 53,8% del trimestre anterior, aunque aumentó en unos 15.000 millones de euros en términos absolutos.
Si se analizan los datos de déficit por países, y teniendo en cuenta que no hay datos disponibles de todos los estados miembro*, el mayor reto por delante para devolver el equilibrio a sus cuentas es Francia. El país vecino presentó un déficit público al cierre del segundo trimestre de un 9,6% del PIB. Solo Hungría, con un 8,5%, de acerca a esos porcentajes dentro de toda la Unión Europea.
En España, por su parte, el déficit público a junio se situaba en el 7,3% del PIB, de acuerdo con Eurostat, ocupando el tercer peldaño del podio. En el lado opuesto, el único país con superávit fiscal es Dinamarca, con un 0,4% del PIB.