España sigue batiendo récords demográficos. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de residentes alcanzó un nuevo máximo histórico tras el fuerte repunte registrado entre abril y junio. La Estadística Continua de Población (ECP) confirma que el motor de este crecimiento vuelve a ser la inmigración, frente a la caída sostenida de los nacimientos entre la población autóctona.
El peso de la inmigración en el aumento poblacional
Durante el segundo trimestre de 2025, el número de personas extranjeras residentes en España creció en 95.277, situándose en 7.050.174. Esta subida representa más del 79% del total del crecimiento poblacional del trimestre.
En paralelo, el número de personas con nacionalidad española también aumentó, pero en menor medida: 24.534 nuevos ciudadanos gracias a los procesos de adquisición de nacionalidad.
Esta dinámica confirma que la presión demográfica positiva sobre el país viene casi exclusivamente de la mano de la inmigración, ya que el número de personas nacidas en España continúa en retroceso, como ha venido ocurriendo de forma sostenida en los últimos años.
Nuevo máximo histórico de población en España
A 1 de julio de 2025, España contaba con 49.315.949 residentes, lo que supone la cifra más alta de la serie histórica registrada por el INE.
Concepto | Cifra (2º trim. 2025) |
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Población total | 49.315.949 habitantes |
Incremento trimestral total | +119.811 personas |
Extranjeros residentes | 7.050.174 (+95.277) |
Españoles (incl. nuevas nacionalidades) | +24.534 |
Este hito demográfico refleja un país cada vez más diverso, pero también plantea interrogantes sobre el futuro del equilibrio generacional, ya que la base del crecimiento continúa alejándose del nacimiento de nuevos españoles y se apoya cada vez más en la llegada de población extranjera.
Tendencia prolongada de caída entre los nacidos en España
La Estadística Continua de Población también revela que, a pesar del aumento total de residentes, el número de nacidos en España sigue disminuyendo. La natalidad continúa en mínimos históricos, una tendencia preocupante que ya ha sido advertida en anteriores informes del INE y que tiene profundas implicaciones para el sistema de pensiones, educación y mercado laboral.