La activación de estos protocolos diplomáticos buscarían garantizar la protección del personal español desplegado en el país latinoamericano, incluida la preparación de escenarios de repatriación si fuese necesario. Aunque se trata de medidas estándar en situaciones de riesgo, las fuentes consultadas admiten que esta vez se ha realizado con mayor celeridad, en paralelo al aviso estadounidense y al movimiento de compañías europeas como Iberia, que ha suspendido su operativa a Caracas.
Precaución reforzada tras la alerta de EEUU
La Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA) emitió una advertencia a todas las aerolíneas que sobrevuelan Venezuela, instando a “extremar la precaución” por el aumento de la actividad militar y las interferencias registradas en las últimas semanas. Este aviso ha desencadenado movimientos coordinados en distintas cancillerías europeas.
La FAA detectó un incremento de interferencias y actividad militar desde septiembre, lo que elevó la preocupación internacional.
Fuentes diplomáticas españolas subrayan que se está realizando un seguimiento “continuo” de la situación, en coordinación con socios europeos y organismos internacionales, para evaluar posibles escenarios de evacuación preventiva si las condiciones empeoran.
Iberia suspende vuelos y evalúa la situación
En paralelo, Iberia ha confirmado la cancelación temporal de sus vuelos a Venezuela. La compañía tenía previsto reiniciar su operativa el próximo 24 de noviembre, pero ha decidido aplazarla “hasta nueva evaluación” ante la advertencia de la FAA y el deterioro del entorno de seguridad aérea.
La aerolínea insiste en que la prioridad es garantizar la seguridad de pasajeros y tripulación, y mantiene activa una monitorización permanente del contexto venezolano para determinar cuándo podrá retomar las rutas.
