“El Gobierno español ha comentado que podría aumentar el gasto en defensa hasta el 2% en 2027-2028 (frente al 1,3% en 2024 y la previsión inicial de alcanzar el 2% en 2029). En nuestra opinión, Indra desempeñará un papel clave en el apoyo a España para alcanzar el 2% (del PIB en defensa), dada la cartera de Indra”, afirman los analistas de BofA.
Para la entidad financiera “cada vez más probable” que España alcance un gasto en defensa del 2% del PIB antes de 2029 y cree que las presiones de la OTAN podrían hacer que ese porcentaje se eleve hasta una horquilla de entre el 3% y el 3,5% hasta 2030, según Europa Press.
“Vemos que el presupuesto de defensa español casi se duplicará en 2030 (frente a 2024) (…) Creemos que Indra podría captar un porcentaje de dos dígitos de la contratación española en 2030 (frente al 8% en 2024, según los cálculos de BofA)”, agrega el análisis.
Más allá de este factor, BofA ha subrayado que el avance de la compañía en la ejecución de su plan estratégico está siendo “más rápida de lo previsto” y que hay margen para que logre una facturación de 10.000 millones de euros en 2028, es decir, dos años antes de lo previsto.
“Reducimos nuestras estimaciones de beneficio operativo para 2025-2026 en un 1% al actualizar el tipo de cambio y ajustar las hipótesis sobre las entregas del 8×8 (Dragón) para 2025, pero aumentamos las de 2027-2028 en un 1% por el mayor crecimiento de los ingresos de defensa”, añade el informe de Bank of America, recoge la citada agencia.
De este modo, la entidad norteamericana también incluye en su análisis la situación del programa de blindados 8×8 Dragón que desarrolla el consorcio Tess Defence, integrado por Indra (que controlará el 51% del mismo), Sapa Placencia, Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) y Santa Bárbara Sistemas (propiedad de General Dynamics).
Uno de los valores “más infravalorados”
Por otro lado, el análisis de Bank of America también considera que Indra es uno de los valores “más infravalorados” del sector de la defensa en Europa y augura una revalorización de su cotización en 2026 dado que, a su juicio, la compañía acelerará en el apartado de las operaciones corporativas.
Sobre ello, menciona la posible venta de Nuek –antes Minsait Payments— la filial de pagos de Minsait (la subsidiaria tecnológica de Indra), así como la potencial adquisición de la planta de calderería pesada de Duro Felguera en Gijón –‘El Tallerón’– para reconvertirla y producir vehículos blindados en esas instalaciones y la opción de que Indra eleve su peso en la empresa vasca de fabricación de motores de avión ITP, de la que posee actualmente un 9,5%.
Al situar el precio objetivo de Indra en 36,5 euros BofA le otorga a las acciones de la compañía un potencial alcista del 37,7% en comparación con los 26,5 euros en los que cerró la sesión del pasado viernes.