“Los indicadores de incidencia acumulada que iban descendiendo se han estancado o incluso aumentan en algunas comunidades”, destacan los epidemiólogos. Algo que hace presagiar que la situación empeorará tras la Semana Santa. “La inquietud de los expertos”, afirma en una nota, es que tras estos días de fiesta subirán los ingresos y habrá niveles de ocupación “preocupantes”. Esto se conllevaría también en un repunte de los fallecidos.
A pesar de que el comienzo del proceso de vacunación “ha sido una buena noticia para el conjunto de la sociedad”, esta sociedad advierte “que todavía hay mucha población vulnerable al virus que podría infectarse”. Por ello, incide en la necesidad de extremar las precauciones.
“Aunque está demostrada la efectividad de las vacunas a la hora de evitar un desarrollo de sintomatología grave, aún no está plenamente demostrado que los vacunados estén exentos de contagiarse y de que puedan contagiar a otros, pudiendo propagar la enfermedad”, afirma el colectivo.
Más allá de reiterar la necesidad de limitar los desplazamientos “tanto como se pueda”, la Sociedad Española de Epidemiología recomienda establecer una cuarentena de 10 días y una PCR negativa reciente para todos los viajeros que provienen de países con incidencias acumuladas altas y prevén pasar sus vacaciones en España.
En caso de aumento de la transmisión, también propone que las regiones “deberían dar marcha atrás en sus planes de desescalada”.