La inflación interanual en la OCDE, medida por el Índice de Precios de Consumo (IPC), descendió al 10,3% en noviembre de 2022, volviendo al nivel registrado en agosto, desde el 10,7% de octubre. Sin embargo, aumentó al menos 0,5 puntos porcentuales en Chile, la República Checa, Finlandia, Hungría, la República Eslovaca y Suecia.
Por su parte, las mayores tasas de inflación interanual se registraron en Estonia, Hungría, Letonia, Lituania y Turquía (todas por encima del 20%).
La inflación de los alimentos se mantuvo estable en el 16,1%, mientras que la inflación sin alimentos ni energía disminuyó ligeramente hasta el 7,5% en noviembre.
En lo relativo a los alimentos y la energía, “siguieron siendo los principales contribuyentes” a la inflación general en Francia, Alemania, Italia y Japón, destaca este organismo, que apunta que la inflación sin ambos conceptos “fue el principal motor de la inflación en Canadá, Reino Unido y Estados Unidos”.
El citado 16,1% se queda corto si se atiende a la situación en Turquía, donde el dato alcanza el 102,5%. Por detrás, a mucha distancia, se sitúa Hungría, con el 47,1%, y Lituania, con el 35,6%. Por debajo de la cifra de inflación de los alimentos de la OCDE están, entre otros, Suiza, Israel o Japón, con el 4,4%, 4,8% y 7,2%, respectivamente. En España está en el 15,3%, según el informe publicado por la OCDE.