Starlink, el ambicioso proyecto de conectividad global liderado por Elon Musk, experimentó este jueves una caída a nivel mundial que dejó sin internet a miles de usuarios durante varias horas. La compañía ya ha confirmado que se encuentra implementando una solución, mientras Musk ha prometido medidas para evitar que este tipo de fallos vuelva a repetirse.
Una caída masiva que dejó sin conexión a miles de usuarios
El incidente fue detectado por la plataforma Downdetector, que comenzó a registrar reportes de fallos en el servicio a las 19:05 GMT. Solo 19 minutos después, más de 62.000 usuarios informaban problemas de conexión, lo que confirmó la magnitud del colapso.
“Starlink se encuentra actualmente en una interrupción de red y estamos implementando activamente una solución”, publicó la empresa en su cuenta oficial de X, asegurando que se compartirían más detalles una vez resuelto el problema.
Musk promete una solución definitiva y rápida
Elon Musk, CEO de SpaceX, utilizó también la red X para tranquilizar a los usuarios: “El servicio se restablecerá en breve. Disculpen la interrupción. SpaceX solucionará la causa raíz para garantizar que no vuelva a ocurrir”, escribió.
Estas declaraciones llegan en medio de la creciente dependencia de Starlink, que ya cuenta con más de dos millones de usuarios en más de 60 países, y cuyo uso se ha expandido rápidamente en zonas rurales, conflictos armados y misiones humanitarias.
La caída del servicio pone en evidencia la fragilidad de sistemas satelitales globales y la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad y mantenimiento ante fallos inesperados.
La ambición de conectar el mundo desde el espacio
Starlink es uno de los proyectos estrella de SpaceX, la empresa aeroespacial que Musk fundó con la intención de revolucionar tanto el transporte espacial como la conectividad en la Tierra. Su sistema se basa en una constelación de satélites en órbita baja que proporciona acceso a internet de alta velocidad, especialmente en zonas remotas.
Con más de 6.000 satélites lanzados hasta la fecha, el sistema ha sido clave para llevar conectividad a regiones sin infraestructura terrestre y ha sido utilizado en conflictos como el de Ucrania.
Sin embargo, interrupciones como la de este jueves plantean interrogantes sobre la resiliencia y estabilidad de estos sistemas cuando se convierten en infraestructuras críticas.