El ‘yonki del dinero’ pasa de «sacar mierda a punta pala» a pedir «perdón»: sus nuevas frases ante la justicia

Justicia

El ‘yonki del dinero’ pasa de «sacar mierda a punta pala» a pedir «perdón»: sus nuevas frases ante la justicia

Asegura que las grabaciones las hizo de forma "malintencionada" y las editó: "Hacía Pause-Rec, Pause-Rec"

Marcos Benavent entrando a los juzgados de València - ROBER SOLSONA

El exgerente de Imelsa Marcos Benavent, autodenominado ‘yonki del dinero’, ha pasado de «sacar mierda a punta pala» –tal y como anunció él mismo en una de sus primeras declaraciones públicas tras estallar el caso– a «pedir perdón» por el daño ocasionado a «mucha gente». De nuevo compareció ayer ante la justicia, a petición propia, con otro discurso y una nueva defensa. Su estrategia ha dado un giro de 360 grados.

Lo primero que dijo Benavent en su testimonio ante el juez de Instrucción número 18 de Valencia es que fue él quien, ‘motu propio’, regresó a España en marzo de 2015 por dos motivos: «Decido regresar a España viendo las noticias que van surgiendo, para colaborar con la justicia, y tras la querella que me pone la Diputación».

Y en este punto de la declaración, según ha podido saber Europa Press, se detiene a hablar de las grabaciones aportadas a la causa tanto por la exdiputada de EUPV en la Diputación y consellera de Transparencia, Rosa Pérez, como por su exsuegro: «Fueron malintencionadas y manipuladas».

En concreto, apostilla: «Las grabaciones las hice yo mismo de forma malintencionada, provocando al interlocutor lo que yo quería saber, provocando la conversación que a mí me interesaba en cada momento y sin conocimiento, por tanto, de la otra parte de lo que yo estaba haciendo».

«Las grabaciones –insiste a lo largo de su declaración– fueron manipuladas y editadas por mí y las hice con mi ordenador y varios teléfonos móviles».

«Hacía Pause-Rec, Pause-Rec», continúa el investigado, que apostilla que grababa las conversaciones el teléfono móvil o con la grabadora y luego lo volcaba en el ordenador. Muchas veces lo hacía desde el chalet de su entonces suegro, donde acudía los fines de semana y le pedía ayuda para editar los audios, puesto que él «no sabía». «Y en algún momento me las sustrajo», asevera.

«Él –refiriéndose a su exsuegro– tenía conocimientos y me ayudaba a editarlas y manipularlas. Éramos los dos los que escuchábamos, grabábamos, cortábamos y pegábamos». El motivo por el que editaba las grabaciones era porque había «muchas cosas» que «no servían para nada».

En relación con estas grabaciones, Benavent también se refiere a Rosa Pérez Garijo y asegura ante el juez que se reunió con ella estando la causa bajo secreto de sumario: «Me reuní con ella y estuvimos hablando y, entre otras cosas, le conté que iba a colaborar con la justicia totalmente. Me dijo que había conseguido que Mariano –su exsuegro– le facilitara las grabaciones», asevera. «Yo le preguntaría a qué tipo de pacto llegó con Mariano para conseguirlo», sentencia. «Ha sacado rédito político con todo esto», indica.

«ACUSAR POR ACUSAR»

Benavent afirma en su nueva estrategia de defensa que «malintencionadamente» ha generado «mucho daño» pero «no me quedaba otra», afirma. «A mí no me queda nada y con una situación psicológica como la mía, de haberlo perdido todo, las amistades, viviendo solo y con las presiones, lo único que me queda es acusar a todo el mundo, acusar por acusar de forma genérica a todo el mundo y ya veremos lo que pasa», dice en relación a sus primeras manifestaciones.

También afirma: «He intentado durante todo este tiempo colaborar con la justicia. He venido las veces que ha hecho falta, he ido a la Guardia Civil a declarar durante horas, he venido incluso sin dormir en el caso de Zaplana y sin comer, presionado…»

«He colaborado con tensiones y en total soledad, encontrándome mal. Lo único que quería era defenderme y en la estrategia de legítima defensa he hecho daño a la gente. He hecho falsos testimonios de todo tipo y por eso pido perdón», asevera.

Por otro lado, en su declaración se refiere a la entrada y registro de la Guardia Civil en el despacho de su abogado –extremo impugnado por su letrado– y asegura ante el juez que se ha sentido «indefenso» por toda la documentación que se llevaron los agentes, entre ella la denominada ‘hoja de ruta’ del caso Erial (las licitaciones de los planes Eólico y de las ITV), en el que está investigado el expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana, y que le habría entregado un ciudadano sirio tras hallarlos en casa del también exministro del PP.

«Allí tenía mucha documentación. De Imelsa me llevo una serie de cintas y documentación previniendo a futuro una situación en la que yo podría tener algún tipo de problema. Como seguro de vida me llevo esas cintas de Imelsa», dice.

Al intervenir los agentes toda esa documentación, entre la que hay «un montaje contra Zaplana del sirio», afirma que no ha podido preparar bien su defensa: «Desconozco qué documentación se llevó la Guardia Civil, qué ha contado y qué ha omitido. No puedo reconocer esa documentación porque no se cuál se ha aportado», insiste.

EL CASO

El caso Imelsa se remonta al año 2014, cuando Fiscalía Anticorrupción abrió una investigación a raíz de una denuncia de EUPV en la que se aludía a una presunta trama de corrupción en Imelsa, la extinta empresa de la Diputación de Valencia. En concreto, se acusaba a Benavent de crear una empresa pantalla que facturaba a otras cinco mercantiles que a su vez cobraban a Imelsa por trabajos que presumiblemente no se realizaban.

De ahí se habrían desviado diferentes comisiones, perjudicando a las arcas públicas. La causa, que acabó dividida en diferentes piezas, en las que se han estudiado contratos con diferentes empresas relacionados, entre otros, con planes de inversión de campos y césped artificial, de piscinas cubiertas y campos de pádel, llevó a la detención e investigación en enero de 2016 del expresidente de la Diputación con el PP Alfonso Rus y parte de su cúpula en la corporación provincial y también acabó en otra derivada: el ‘caso Taula’ o ‘pitufeo’, que afectó al grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de València en la época de Rita Barberá al frente de la Alcaldía.

En varias de estas piezas ya se ha acordado la apertura de juicio oral. La primera es por las supuestas irregularidades en adjudicaciones a la empresa Thematica Events. Para Marcos Benavent la Fiscalía pide 8 años y tres meses de cárcel; para el exvicepresidente de la Diputación de Valencia y exalcalde de Moncada con el PP, Juan José Medina –cinco años–, y Rafael García Barat, administrador de Thematica Events –siete años–.

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