Banco de España
En un contexto marcado por las necesidades financieras derivadas de la reconstrucción tras la catástrofe de la DANA, el Tesoro Público ha cerrado la última subasta del mes de marzo con resultados mixtos: se ha alcanzado una elevada demanda, pero también se ha constatado un incremento significativo en la rentabilidad ofrecida a los inversores a largo plazo. Este movimiento evidencia la presión existente sobre los tipos de interés en las emisiones de mayor duración.
La emisión a 20 años ha sido la gran protagonista de esta subasta. En esta referencia, el Tesoro ha adjudicado 1.587,087 millones de euros, frente a peticiones superiores a los 2.792 millones. La rentabilidad ha escalado notablemente desde el 3,534% anterior hasta el actual 3,903%, reflejando así el encarecimiento del coste de financiación a largo plazo.
El aumento en la rentabilidad de las obligaciones a 20 años refleja la presión al alza de los costes de financiación en los plazos más largos del Tesoro
Por otra parte, las obligaciones del Estado con vida residual de 5 años y 1 mes y cupón del 0,50% han logrado captar 1.698,573 millones de euros, con una demanda total de 3.378,603 millones. En este caso, la rentabilidad marginal se ha reducido al 2,766%, por debajo del 2,970% previo.
En cuanto a las obligaciones a 10 años, el organismo ha colocado 3.188,591 millones frente a peticiones de casi 4.900 millones, logrando reducir la rentabilidad ofrecida al 3,388%, inferior al anterior 3,522%.
El Tesoro Público prevé unas necesidades de financiación cercanas a los 60.000 millones de euros para 2025, lo que supone un incremento de 5.000 millones respecto al año anterior. Este incremento responde a la necesidad urgente de reconstruir y reactivar las zonas afectadas por la reciente catástrofe climática provocada por la DANA.
En términos brutos, las emisiones totales alcanzarán los 278.000 millones, un 7,4% más que en 2024, debido al incremento de amortizaciones y a la ligera subida en las emisiones netas.
El programa financiero de 2025 priorizará la diversificación de inversores y reforzará las emisiones sostenibles a través de bonos verdes
En línea con su compromiso con la transición ecológica, el Tesoro mantiene su apuesta estratégica por los bonos verdes. Durante 2025, se realizarán reaperturas del bono verde lanzado en 2021 con el objetivo de equiparar su volumen al del resto de referencias clave en la curva de deuda pública. Esta estrategia busca potenciar las finanzas sostenibles en España y financiar proyectos alineados con la transición ecológica.
A lo largo de 2025 están previstas 48 subastas ordinarias de letras, bonos y obligaciones del Estado. Además, el Tesoro recurrirá nuevamente a emisiones sindicadas en determinadas referencias clave para asegurar la estabilidad y efectividad en su estrategia de captación de fondos.
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