La dimisión de Esperanza Aguirre no sólo ha dejado al Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid sin líder. También ha hecho correr la lista electoral para ocupar su acta de concejal. Y la oportunidad ha recaído sobre Gonzalo Ortiz, que ocupaba el puesto número 26 en la candidatura conservadora. Sin embargo, según fuentes de su entorno a El Mundo, no recogerá el testigo por “motivos profesionales”.
El rechazo de Ortiz -al no poder compaginar su puesto en una multinacional de consultoría- ha centrado la mirada sobre Luis Miguel Boto al ser el segundo suplente de la lista electoral. Según ha adelantado La Razón, el concejal ha aceptado el acta de Aguirre, lo que provocará que vuelva a la política municipal después de haber sido edil con Ana Botella durante la pasada legislatura que, además, ostentó el cargo de presidente del distrito Chamartín.
Una vieja cara que estuvo rodeado de polémica. Boto irrumpió en la política madrileña en 2005 cuando empezó su carrera política, pero en la última legislatura fue uno de los grandes protagonistas. Su nombre estuvo vinculado a la supuesta trama de estafa y usurpación de identidad que, en un principio, creó Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, es decir, el ‘pequeño Nicolás’.
Como ha recordado El Mundo, el que será –salvo sorpresa- nuevo concejal del PP en el Consistorio capitalino negó que lo conociera. Poco después salió a la luz que sí había tenido trato con el ‘pequeño Nicolás’. De hecho, llegó a ser su padrino de confirmación. A pesar de que la Policía reclamó al juez del caso que llamase a declarar al popular, en ningún momento la petición se hizo efectiva. De la misma manera, la Asociación de la Policía Municipal de Madrid, que ejercía de acusación particular, pidió al magistrado su imputación por, presuntamente, facilitar su vehículo oficial y sus escoltas al ‘pequeño Nicolás’, entre otras “colaboraciones”.
