La caída del PMI refleja un debilitamiento general del sector servicios, que acusa el impacto de las políticas impulsadas por la Administración Trump, en especial en materia comercial. Las empresas muestran menor confianza, los niveles de contratación son mínimos y los costes operativos se disparan por culpa de nuevos aranceles, lo que empieza a trasladarse a los precios de venta, elevando la inflación.
Ralentización generalizada y miedo a la estanflación
La encuesta de S&P Global revela que la confianza empresarial ha retrocedido a niveles no vistos en dos años y medio, y el mercado laboral del sector apenas suma nuevos empleos. La incertidumbre en torno a la política económica y los aranceles impuestos en los últimos meses está afectando directamente a los márgenes de las compañías.
«Los proveedores han repercutido su alza de costes sobre los precios de venta, lo que ha disparado la inflación a cifras de enero», señala el informe
El economista jefe de S&P Market Intelligence, Chris Williamson, advierte que los efectos se extienden también a las exportaciones: “Uno de los principales puntos débiles son las exportaciones de servicios, que caen a un ritmo sin precedentes desde 2022, pero la demanda interna también se está debilitando”.
Este entorno de baja confianza, precios al alza y escasa creación de empleo eleva el temor a una posible estanflación, un escenario en el que la economía se estanca mientras la inflación persiste, algo especialmente preocupante en sectores como los servicios financieros.
Aranceles y recortes federales, los catalizadores del frenazo
Las empresas consultadas coinciden en señalar que los anuncios recientes de aranceles y los recortes del gasto federal están lastrando gravemente sus perspectivas de crecimiento. El entorno político actual, caracterizado por la confrontación comercial, está trasladando tensión a toda la cadena de valor de los servicios, tanto en el ámbito empresarial como consumidor.
“Las empresas de servicios financieros informan de unas perspectivas de crecimiento notablemente más débiles», añade Williamson
Este deterioro económico amenaza con frenar uno de los motores clave de la recuperación postpandemia en EEUU, justo cuando los analistas esperaban una reactivación de la inversión interna y del consumo.