El retraso en la vacunación en los países pobres costará 2,3 billones a la economía mundial

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El retraso en la vacunación en los países pobres costará 2,3 billones a la economía mundial

Los países ricos han administrado 100 veces más vacunas que los más pobres, según un informe de The Economist Intelligence Unit.

Campaña de vacunación. Autor: Comunidad de Madrid

El ritmo “glacial” de vacunación en los países más pobres tendrá un coste para la economía mundial de 2,3 billones de dólares, el equivalente al PIB de Francia. Así lo advierte un reciente informe elaborado por The Economist Intelligent Unit que avisa además que la disparidad en la cobertura vacunal entre países “remodelará el panorama político y social mundial”.

Los países ricos han administrado 100 veces más vacunas que los más pobres, advierten los autores del informe. Mientras que las campañas de vacunación están en su “pleno apogeo en las economías avanzadas”, con alrededor del 60% habiendo recibido al menos una dosis, en los países de menores ingresos las campañas “avanzan a un ritmo glacial”: solo el 1% de los ciudadanos de los países pobres ha recibido al menos una dosis.

The Economist Intelligence Unit ha desarrollado un modelo que indica que aquellos países que vacunarán a menos del 60% de su población a mediados de 2022 registrarán pérdidas de PIB por un total de 2,3 billones billones de dólares en 2022-25 (aproximadamente equivalente al PIB anual de Francia). “Los países emergentes soportarán alrededor de dos tercios de estas pérdidas, retrasando aún más su convergencia económica con los países más desarrollados”, alertan los autores.

En términos absolutos, Asia será, con mucho, el continente más afectado (con pérdidas acumuladas proyectadas de 1,7 billones de dólares). Como porcentaje del PIB, los países del África subsahariana registrarán las mayores pérdidas (por un total del 3% del PIB previsto de la región en 2022-25). “Estas estimaciones son sorprendentes, pero solo capturan parcialmente las oportunidades económicas perdidas, especialmente a largo plazo”. Por ejemplo, no tienen en cuenta el impacto de los confinamientos en la educación; a menudo no existe el aprendizaje a distancia en las economías en desarrollo.

Razones de esta desigualdad

“La inequidad en las vacunas ha surgido debido a una combinación de factores”, explica The Economist. El primer problema se relaciona con “la escasez global de materias primas y las capacidades de producción limitadas”. Por ejemplo, muchos estados emergentes inicialmente dependían de los suministros de la India, pero las autoridades indias han comenzado a retenerlos para uso doméstico.

La financiación es otra limitación; “pocos países en desarrollo pueden pagar las vacunas, especialmente si ya están luchando por proporcionar servicios básicos cruciales como agua potable”. La logística también representa una barrera: el envío y almacenamiento de vacunas requiere una infraestructura de transporte y cadenas de frío adecuadas. Muchos países en desarrollo también carecen del personal sanitario para administrar las inyecciones.

Por último, las dudas sobre las vacunas no son únicamente un problema del primer mundo: “la población de muchos países en desarrollo, incluidos Ucrania, Vietnam e India, también muestra altos niveles de desconfianza hacia las vacunas”.

Consecuencias sociales y políticas

Esta desigualdad traerá consigo además “graves consecuencias a largo plazo” más allá del panorama económico, remodelando “el panorama político y social mundial”. “Nuestras previsiones muestran que los plazos para la recuperación económica serán más largos en las economías más pobres que en las avanzadas. Esto se debe, en parte, a nuestra expectativa de que en ocasiones sea necesario volver a imponer las medidas de distanciamiento social en países donde las tasas de vacunación siguen siendo bajas”. “Los flujos turísticos también podrían desviarse. A las personas no vacunadas a menudo se les prohíbe la entrada a países vacunados o se les obliga a permanecer en cuarentena durante largos períodos de tiempo a su llegada. Por el contrario, los viajeros de países vacunados pueden mostrarse reacios a visitar destinos no vacunados (y a menudo más pobres) en el futuro”.

Un tercer conjunto de consecuencias será político: “el resentimiento en los países emergentes, tanto contra los gobiernos locales (que se consideran incapaces de proporcionar las vacunas que tanto necesitan) y los estados más ricos (que se percibe que están acumulando vacunas) se están agotando. Es muy probable que se produzcan episodios de malestar social en los próximos meses y años”.

El impacto de la variante delta

El documento advierte asimismo de que la aparición de la variante delta “significa que es posible que la vacunación no sea la solución mágica que muchos gobiernos esperaban”.

Esto tiene dos implicaciones: en primer lugar, “es posible que el objetivo principal de los programas de vacunación ya no sea alcanzar la inmunidad colectiva. En cambio, la vacunación puede buscar, de manera más modesta, reducir el riesgo de síntomas graves, hospitalización y muerte”. En segundo lugar,” es probable que la pandemia siga prevaleciendo durante varios años más en forma endémica; vivir con el virus se convertirá en la nueva normalidad”.

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