Aunque aún se encuentra lejos de su máximo histórico, el Brent ha llegado a tocar hoy los 120,50 dólares por barril tras repuntar un 1% antes de que mañana venzan los contratos de julio. El West Texas, de referencia en EEUU, ha subido un porcentaje similar, hasta los 116 dólares.
Según explica Financial Times, detrás de estas subidas se encuentra la escasez de suministro en los principales centros de distribución de productos refinados, como la gasolina en un momento en el que se espera que la demande aumente en muchos países, incluido EEUU.
El contrato de gasoil en Europa, un sustituto del diesel y otros destilados, está cotizando cerca de niveles récord de 1.200 dólares la tonelada.
Los elevados precios de los productos hacen que los automovilistas de muchos países estén pagando precios récord por el gasóleo y la gasolina, a pesar de que el crudo está muy por debajo de su máximo histórico de 147,50 dólares por barril, que alcanzó en plena crisis de 2008.
Según señala el diario británico, en este contexto, los operadores están dispuestos a pagar una prima para asegurarse el suministro de forma inmediata. El Brent para entrega en julio cotiza con un ‘sobreprecio’ respecto a agosto.
Los analistas están pendientes de cualquier decisión que adopte al Unión Europea en sobre las próximas restricciones o el embargo total a las compras de petróleo ruso. Este lunes por la noche arranca la cumbre de líderes europeos, pero algunos países miembros como Hungría se oponen a la prohibición total.
Otro factor que está impulsando los precios es la reticencia de la OPEP+ a acelerar el aumento de la producción de crudo. Este grupo se reúne el próximo jueves y se espera que mantenga su plan de aumentar la producción en unos 400.000 barriles al mes, un objetivo que se mantiene invariable desde el año pasado.