El precio de los alquileres en Madrid comienza a caer tímidamente

El precio de los alquileres en Madrid comienza a caer tímidamente

Las rentas bajaron en la capital un 0,9% de febrero a marzo y un 0,3% en los tres primeros meses de 2019.

Se alquila vivienda alquiler

El precio medio de los alquileres en Madrid capital baja en marzo un 0,91% respecto a febrero y un 0,35% en los tres primeros meses de 2019, tímidos descensos para unas rentas medias que son las segundas más altas de España (1.868 €/mes para un piso de 120m2) y un 13,06% más caras que hace un año.

Estos son los datos que para la ciudad de Madrid da el informe trimestral de precios de alquiler elaborado por.pisos.com, en el que se informa que las bajadas de las rentas de la capital no se extendieron a toda la Comunidad, donde los alquileres subieron de media un 0,25% en marzo y un 2,30% en el primer trimestre.

A nivel nacional, y según el estudio de este portal inmobiliario sobre que la vivienda en alquiler en España, el precio del alquiler marcó en marzo un ascenso del 0,22% frente al mes de febrero y una subida del 1,57% respecto a diciembre de 2018. Interanualmente, el repunte fue del 15,90%

Y es que Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, recuerda que el precio del alquiler, al igual que el de la venta, no se comporta de forma homogénea en todo el país. “Es en los mercados que registran los máximos donde la situación se está volviendo insostenible por lo que “los alquileres en las ciudades más presionadas están tocando techo”, dado que “la demanda se está negando a incrementar la proporción de su salario destinada al alquiler”.

“Los alquileres en las ciudades más presionadas están tocando techo, dado que la demanda se está negando a incrementar la proporción de su salario destinada al alquiler”.

El portavoz del portal inmobiliario asegura que la subida del alquiler pone de manifiesto que el real decreto del Gobierno en esta materia se ha quedado en un mero “brindis al sol”, ya que “no contempla medidas reales que permitan ampliar la oferta en alquiler, tanto residencial como social”.

Asimismo, Font echa en falta “la ausencia de impulsos fiscales y de una mayor seguridad jurídica ante impagos para mantener a los propietarios en el arrendamiento tradicional”.

“Las elevadas rentas están desplazando a muchos inquilinos a zonas más alejadas, lo que afecta a sus vínculos sociales y a sus desplazamientos al trabajo, además de dilatar la formación de hogares debido a la inseguridad habitacional”, comenta Font. Por otro lado, considera posible que “el endurecimiento del alquiler turístico colabore en la vuelta al alquiler de larga temporada de viviendas que antes resultaban más rentables a plazos más cortos”.

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