La Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC) ha servido de escenario para nuevos anuncios de conservación marina, pero un reciente informe evidencia que el planeta está muy lejos de alcanzar el ambicioso objetivo de proteger el 30% de los océanos para 2030. A pesar de los compromisos, la brecha entre lo prometido y lo realmente protegido pone en jaque la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad marina.
Una brecha oceánica imposible de ignorar
El compromiso global del 30×30, adoptado en 2022, busca proteger al menos el 30% del medio marino para 2030. Sin embargo, el estudio conjunto de Dynamic Planet y National Geographic Pristine Seas muestra que solo un 8% de los océanos está bajo algún tipo de protección.
Para cerrar esta brecha, el mundo debería establecer más de 190.000 nuevas áreas marinas protegidas (AMP), entre ellas 300 de gran escala en aguas remotas. Esto implica crear, en promedio, 85 AMP nuevas cada día hasta el final de la década.
“El mundo está extremadamente atrasado. La magnitud del desafío es innegable”, alertó Juan Mayorga, coautor del informe
Qué son las áreas marinas protegidas
Las áreas marinas protegidas (AMP) son zonas donde las actividades humanas están reguladas o prohibidas con el fin de conservar ecosistemas marinos frágiles. Algunas AMP prohíben totalmente la pesca o la explotación industrial, mientras que otras permiten un uso sostenible, como la pesca artesanal o el turismo responsable.
Su función es vital: salvaguardan arrecifes de coral, praderas marinas y áreas de reproducción de especies como tortugas, tiburones y peces.
La desigualdad geográfica del esfuerzo marino
Las AMP costeras resultan especialmente cruciales, ya que es donde se concentra la mayor biodiversidad y actividad humana. El estudio identifica que las regiones con mayor déficit de protección están en Asia Oriental y el Pacífico, donde se necesitan 102 AMP grandes y 75.000 pequeñas.
En Europa, el sur de Asia y el Triángulo de Coral, se requieren 65 grandes y 33.000 pequeñas. A pesar de que países como Australia, Chile, Francia y el Reino Unido ya han superado el 30%, muchos lo han hecho con AMP en territorios de ultramar, donde su efectividad es cuestionable.
En la Unión Europea, el 80% de las AMP no tienen una gestión adecuada ni impiden actividades perjudiciales como la pesca de arrastre
Nuevos compromisos, pero con resultados lentos
Durante la UNOC, varios países anunciaron nuevos compromisos:
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Colombia presentó AMP para proteger los arrecifes de Serranilla y Bajo Nuevo (3.800 km²).
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Tanzania estableció dos AMP en la isla de Pemba (1.300 km²).
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La Polinesia Francesa anunció la creación de la mayor AMP del mundo: casi 5 millones de km², con zonas completamente protegidas y otras de pesca artesanal regulada.
A pesar del simbolismo, expertos como Enric Sala, fundador de Pristine Seas, advierten que el ritmo sigue siendo insuficiente: “Ya tuvimos demasiadas conferencias con buenas intenciones. Ahora se necesita liderazgo y acción real”.