Japón cerró el año 2024 con un desempeño económico ligeramente mejor en el último trimestre, aunque las cifras quedaron por debajo de las expectativas iniciales. La revisión a la baja del PIB hasta el 0,6% trimestral, frente al 0,7% estimado inicialmente, refleja tanto la recuperación del consumo público como la desaceleración del consumo privado, lo que añade presión al Banco de Japón antes de su próxima decisión sobre tipos de interés, en un contexto marcado por crecientes previsiones de inflación.
El consumo público compensa la debilidad de los hogares
La aceleración del PIB japonés en el último trimestre de 2024 estuvo impulsada principalmente por el mayor dinamismo del consumo público, que creció un 0,4% frente al 0,1% previo. En contraste, el consumo de los hogares quedó estancado en el 0%, una clara desaceleración respecto al 0,7% del tercer trimestre.
El crecimiento económico en Japón fue sostenido por el gasto público, mientras los hogares mostraron una notable prudencia en sus decisiones de consumo
Mejora moderada en la inversión empresarial
La formación bruta de capital fijo de las empresas niponas registró una ligera recuperación del 0,2% en el cuarto trimestre, después de haber caído un 0,2% en el periodo anterior. Este dato positivo podría indicar una moderada confianza empresarial pese a la incertidumbre económica global.
Estancamiento del PIB en el conjunto de 2024
En términos anuales, la economía japonesa apenas creció un 0,1% durante todo 2024, muy lejos del 1,5% registrado en 2023. Este resultado refleja un claro estancamiento del consumo privado, que frenó al 0%, frente al 0,8% de crecimiento del año anterior.
El PIB de Japón sufre una fuerte desaceleración anual, impactado principalmente por la debilidad en el consumo privado
El Banco de Japón mantiene la cautela ante la inflación
La revisión del crecimiento económico llega en un momento clave para el Banco de Japón, cuya próxima reunión de política monetaria se produce tras haber elevado los tipos de interés hasta el entorno del 0,5%, su nivel más alto desde 2008. Además, la institución ha revisado al alza sus previsiones de inflación, esperando que alcance un 2,4% en 2025.