El mercado del crudo reaccionó con nerviosismo a la última amenaza del presidente de EEUU, Donald Trump, quien exigió a Vladimir Putin un alto el fuego en Ucrania en un plazo máximo de 50 días. Desde la Casa Blanca, durante su encuentro con el nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, Trump lanzó una advertencia que agitó los mercados: la imposición de aranceles secundarios del 100% a Rusia si no se logra un acuerdo de paz, lo que afectaría al flujo global de petróleo.
Trump endurece su postura: «Muy descontento con Rusia»
El mensaje de Trump fue directo y provocador: “Una de las razones por las que usted está aquí hoy es porque estoy muy descontento con Rusia”, declaró al inicio de su reunión con Mark Rutte. Acto seguido, añadió que su Gobierno prepara sanciones económicas muy severas para presionar a Moscú y que el ultimátum tiene un plazo claro: 50 días para alcanzar la paz en Ucrania.
La amenaza de aranceles secundarios del 100% impactaría no solo en Rusia, sino también en los países que comercian con ella
La mención de sanciones indirectas o “secundarias” hizo saltar las alarmas entre los inversores, que temen una nueva oleada de volatilidad en los mercados energéticos.
El petróleo WTI pierde 1,47 dólares en una jornada tensa
El crudo de referencia en EEUU cerró en 66,98 dólares el barril, tras una caída de 1,47 dólares respecto a la jornada anterior. La noticia coincidió con la expectativa de un anuncio contundente de Trump que, finalmente, no se tradujo en medidas inmediatas, lo que generó incertidumbre en los mercados.
“El mercado lo interpretó como negativo porque parecía haber mucho tiempo para negociar”, explicó un analista de Price Futures Group
Este retroceso en el precio del petróleo refleja el temor a una posible disrupción en el suministro energético global, así como al deterioro de las relaciones entre Washington y Moscú.
Rusia y EEUU: una tensión que no cede
Desde que Putin comunicara a Trump el pasado 3 de julio que no cederá en sus objetivos militares, la tensión entre ambas potencias se ha intensificado. Aunque el mandatario estadounidense excluyó a Rusia de las sanciones globales anunciadas en abril, ahora parece decidido a endurecer su postura.