El pacto de no agresión entre diputados del Congreso con los implantes de pelo

El Congreso de los Diputados cuenta con normas no escritas. Sobre todo en el cuerpo a cuerpo. Y una de ellas gira en torno al aspecto personal. “Se utiliza cualquier elemento personal menos los implantes de cabello”, reconoció recientemente Pablo Iglesias a Bob Pop en su programa Otra Vuelta de Tuerka.

En el Congreso, tal y como apuntó el secretario general de Podemos, esta cuestión es tabú. Según Iglesias, “se puede decir que usted es un terrorista, un corrupto o que no pasa a la pensión a sus hijos”, eso sí, hablar del pelo de los diputados está vetado.

“¿De eso? Jamás”, completó Iglesias. Algo que para Bob Pop tiene su elemento “heteropatriarcal” ya que con las mujeres sucede lo contrario: “Unas mechas sí se comentan”. Visión que compartió el líder de la organización morada que calificó este pacto de no agresión como “una especie de pacto de señores heteropatriarcales” con el que “hay plena solidaridad”.

Pese a que no se pueda contar, sí está presente. O al menos es “puto evidente”, tal y como lo ve Iglesias, al ver que hay parlamentarios a los que conoce desde hace tiempo y que “se han ido a Turquía u otro sitio a ponerse pelo y no se habla de ello”.

“Está muy bien, eh”, matizaba el líder político pese a sorprenderse de que cuestiones más personales sí aparezcan en los debates y esto no.

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