«A finales de 2022, un récord de 43,3 millones de menores vivían en situación de desplazamiento forzado», señala el informe.
Según Unicef, de los 43,3 millones de niños, casi el 60 por ciento fueron desplazados internos por conflictos o violencia.
El organismo indica que el número de menores refugiados y solicitantes de asilo también alcanzó un récord de 17,5 millones, cifra que no incluye a los nuevos desplazados en 2023.
«Los niños desplazados internos y refugiados a menudo se encuentran entre los más vulnerables. A muchos se les niega el acceso a la educación y la atención médica», añade el comunicado.
La nota subraya que, para muchos menores, el desplazamiento es cada vez más prolongado y la mayoría lo sufrirá toda su infancia.
“Se requiere una mayor voluntad política para abordar los factores que impulsan el desplazamiento y proporcionar soluciones a largo plazo para los niños desplazados”, enfatiza el informe.