El 2 de junio de 2018, el Boletín Oficial del Estado certificó el nombramiento de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Cinco semanas después, Sánchez ha revertido la tendencia de las encuestas y ha insuflado optimismo a una parte de la sociedad que veía con desafección la política. Sin embargo, hay una cosa que mantiene al mismo nivel que su antecesor. La ‘alergia’ a las comparecencias con preguntas.
Cinco semanas como presidente del Gobierno y ninguna comparecencia con preguntas en España. Las únicas que ha realizado han sido más allá de nuestras fronteras. Primero en París, luego en Berlín, después en Bruselas y finalmente en Lisboa.
Pedro Sánchez ha puesto en marcha el avión del presidente para celebrar varias reuniones bilaterales con sus principales socios europeos (Emmanuel Macron, Angela Merkel y Antonio Costa). Ha sido en esos desplazamientos cuando el líder socialista ha respondido las preguntas de los periodistas.
Eso sí, las comparecencias posteriores a esos encuentros suelen ser limitadas y apenas conceden espacio para dos o tres preguntas.
En ese sentido, llama la atención que el jefe del Ejecutivo no celebrara ninguna comparecencia de prensa cuando recibió en La Moncloa al presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y al primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar.
Las únicas intervenciones en España de Pedro Sánchez que han permitido las preguntas de los periodistas han sido dos entrevistas concedidas a Telecinco y Televisión Española.
