«Interior ha reforzado las medidas de prevención y respuesta frente a los incidentes violentos, racistas y discriminatorios en los eventos deportivos y ha establecido los criterios para instar la suspensión y desalojo de forma inmediata de los partidos en los que se produzcan hechos de esta naturaleza», dice el comunicado.
Según la nueva medida, ante cualquier acto racista, xenófobo o intolerante que tenga lugar durante un evento deportivo, el Coordinador de Seguridad podrá proponer al árbitro o juez no iniciar, paralizar o suspender su celebración.
Asimismo, se podrá desalojar parte o todo el recinto donde se esté desarrollando el acto deportivo para poner fin a los incidentes.
La nota precisa que el «Coordinador de Seguridad es una figura introducida por la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte».
Entre los comportamientos que pueden originar la suspensión o desalojo, se encuentran las declaraciones, gestos o insultos, «así como la entonación de cánticos, sonidos o consignas y la exhibición de pancartas, banderas, símbolos u otras señales que contengan mensajes vejatorios o intimidatorios».
La decisión se tomó luego de que el delantero brasileño del Real Madrid, Vinicius Jr, fuera atacado por aficionados del Valencia con gritos e insultos de carácter racistas durante un encuentro deportivo el 21 de mayo.
La dirección de LaLiga declaró que había abierto una investigación sobre el asunto y también afirmó que se habían presentado nueve denuncias en las dos últimas temporadas por incidentes racistas relacionados con el jugador brasileño ante diversas autoridades.