Asimismo, el dato armonizado de inflación, empleado por Eurostat para sus estadísticas, ha bajado en mayo hasta el 8,1%, seis décimas por debajo de la lectura del mes anterior.
Esta desaceleración de la tasa de inflación en mayo se debe principalmente a la menor subida de los precios de los bienes energéticos no regulados, que ha frenado su escalada al 20,5% desde el 26,6%, mientras que los alimentos elaborados se han encarecido un 13,4%, frente al 14% en abril, mientras que los alimentos no elaborados han subido un 8,9%, medio punto porcentual más.
De este modo, la tasa de inflación subyacente, que excluye la volatilidad de la energía y de los alimentos frescos, se ha moderado ligeramente en mayo, hasta el 6,1%, una décima por debajo del dato del mes anterior. Al excluir únicamente la energía, el dato se ha situado en el 6,2%, frente al 6,3% de abril.