En el caso de la inflación subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, la tasa cerró junio con un incremento del 2,9%, una décima por encima de la lectura de mayo, recoge Europa Press.
En el sexto mes de 2025, el precio de los alimentos se encareció un 3% interanual, una décima más que en mayo, mientras que la energía se abarató un 0,8%.
En tasas mensuales, la variable general del IPC aumentó un 0,3%, tras el avance del 0,1% en mayo, lo que supone el mayor incremento de los precios en términos mensuales desde enero de 2025.