El IGC, utilizado como referencia en ausencia de otro indicador en la actualización de alquileres, ha marcado en junio una tasa interanual del –1,14%, frente al –1,05% de mayo. Se trata del dato más bajo desde julio de 2021 (–0,35%) y amplía la secuencia de tasas negativas iniciada en enero de este año.
Seis meses de descensos continuados
El año comenzó con un descenso en enero (–0,31%), que se ha intensificado mes a mes hasta alcanzar el mínimo de junio.
Mes 2025 | IGC (%) |
---|---|
Enero | –0,31 |
Febrero | –0,57 |
Marzo | –0,72 |
Abril | –0,73 |
Mayo | –1,05 |
Junio | –1,14 |
El índice suma ya medio año en terreno negativo, lo que implica que los contratos sujetos al IGC no experimentarán revisiones al alza
Qué significa un IGC en negativo
El cálculo del IGC parte del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de la eurozona, descontando parte de la pérdida de competitividad acumulada por España desde 1999. Cuando la tasa es inferior al 0%, la normativa establece la aplicación de la “regla de no revisión”, lo que evita reducciones de renta pero bloquea también cualquier subida.
Si la tasa supera el 2% fijado por el Banco Central Europeo, se toma ese límite como referencia, garantizando así que los alquileres no crezcan por encima del objetivo de inflación
Perspectivas de estabilidad en las rentas
El índice arrancó 2024 en positivo (0,17%), pero pronto cayó en negativo y cerró el ejercicio con solo dos meses en positivo, julio y diciembre. Su mayor descenso del año pasado se produjo en septiembre (–0,45%). En 2025, la continuidad en cifras negativas refuerza la previsión de estabilidad en los precios de alquiler, una noticia positiva para los inquilinos, aunque con menor margen de actualización para los propietarios.