Con el descenso experimentado en el tercer mes del año, este indicador encadena tres meses en tasas negativas después de que en enero marcara un valor del -0,31% y en febrero, del -0,57%, según Europa Press.
El IGC establece una tasa de revisión de precios consistente con la recuperación de competitividad frente a la zona euro. Dicha tasa es igual a la del Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA) de la Unión Económica y Monetaria (UEM) menos una parte de la pérdida de competitividad acumulada por España desde 1999.
Cuando la tasa de variación de este índice se sitúa por debajo del 0%, se toma este valor como referencia, lo que equivale a la aplicación de la regla de no revisión.
Cuando la tasa de variación de este índice supere el objetivo a medio plazo de inflación anual del Banco Central Europeo (2%), se toma este valor como referencia. De esta forma, se asegura que los contratos a los que se aplique este nuevo índice contribuyen a garantizar el mantenimiento de la competitividad de la economía en el medio plazo.
El IGC arrancó 2024 en el 0,17% y posteriormente entró en negativo, con sólo dos meses en positivo, el de julio y el de diciembre, mostrando su mayor tasa negativa de 2024 en el mes de septiembre (-0,45%). Tal y como recoge la citada agencia, en el arranque de 2025 ha vuelto a tasas negativas, con caídas en los tres primeros meses del año.