El impacto de ómicron en la economía, ¿una presión adicional sobre la inflación?

Macroeconomía

El impacto de ómicron en la economía, ¿una presión adicional sobre la inflación?

Si bien el precio del petróleo podría desinflarse, los cuellos de botella en la cadena de suministros podrían empeorar, advierten los expertos.

BCE

Sede del Banco Central Europeo (BCE)

La irrupción de la variante ómicron del Covid-19 ha sacudido los mercados financieros en los últimos días. A la espera de que los científicos desvelen sus implicaciones, los economistas ya hacen sus cábalas de cómo puede afectar a la economía mundial. Un aspecto que preocupa es la inflación, disparada tanto en EEUU como en la eurozona, ante la posibilidad de que esta nueva variante contribuya incluso a que suba más.

Los responsables sanitarios han expresado su preocupación por la nueva variante, pero también han subrayado que es difícil emitir juicios firmes por el momento debido a la falta de datos y pruebas. Los puntos clave, si es más transmisible y si es resistente a las actuales vacunas. Si es tan grave o más, los Gobiernos de todo el mundo podrían tener que volver a imponer bloqueos. Por el contrario, si la enfermedad es menos grave, la nueva variante podría incluso ser un avance positivo, ya que un virus más benigno sustituiría a otro más peligroso

Pero, “¿podría ómicron agravar los problemas de oferta y, por tanto, la inflación?”, se preguntan los analistas de ABN Amro Nick Kounis, Bill Diviney, Aline Schuiling en un informe. “Es muy probable que la oferta se vea afectada negativamente si ómicron resulta ser una cepa más peligrosa que sus predecesores”.

En concreto, “la fabricación y el transporte podrían verse afectados por una combinación de restricciones directas y la interrupción de la oferta de mano de obra”. La política de tolerancia cero de las autoridades de China y otros países asiáticos apuntan “sin duda” en esta dirección, señalan los expertos del banco holandés. Por supuesto, “esto llegaría en un momento en el que los diversos cuellos de botella de la oferta a nivel mundial ya son graves, con largos plazos de entrega y una brecha récord entre los pedidos y la producción en las principales economías manufactureras, como Alemania”.

Por otro lado, un impacto “desinflacionario significativo” a corto plazo podría provenir de los precios del petróleo, considera ABN Amro. “Las medidas más rápidas y restrictivas se verían probablemente en los viajes, mientras que cualquier restricción a la movilidad podría también perjudicar la demanda de petróleo”. No obstante, “será crucial la respuesta de la OPEP+ en cuanto a la oferta”.

“Mientras tanto, dada la resistencia de la demanda de productos manufacturados y las fuerzas que limitan la oferta, las presiones inflacionistas podrían persistir e incluso intensificarse en este sector. Por otra parte, el choque de la demanda podría superar el choque de la oferta en los servicios, lo que daría lugar a menores presiones sobre los precios. Por último, los países que entran en el ‘shock omicrón’ con una demanda más fuerte y cerca de la plena capacidad (EEUU) son más propensos a ver más presiones inflacionistas, mientras que los que tienen una demanda débil y holgura (la zona del euro) podrían tender a la desinflación”.

La inflación de la eruozona subió en noviembre hasta una tasa interanual del 4,9%, la más alta de toda la serie histórica. Mientras, en EEUU se encuentra ya en el 6,2%, la más alta en 30 años.

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