“Trump ha decidido atacar de forma unilateral desplegando un paquete de aranceles absolutamente sin precedentes”, ha criticado Sánchez en un acto en Moncloa junto a representantes del tejido productivo español. En él, el jefe del Ejecutivo ha detallado las medidas que adoptará el Ejecutivo como respuesta a los aranceles anunciados por la administración estadounidense.
Para el presidente del Gobierno dichos aranceles suponer una vuelta “al proteccionismo del Siglo XIX” y van en contra de los intereses de ciudadanos y empresas a ambos lados del Atlántico. Además, ha negado que la UE aplique aranceles del 39% a Estados Unidos, sino que apenas se sitúan “en torno al 3%”.
“Los aranceles de Trump no son recíprocos. Su supuesta reciprocidad es solo una excusa para castigar países, aplicar un proteccionismo estéril y recaudar para tratar de mitigar el déficit que está causando una política fiscal más que cuestionable”, ha asegurado Sánchez. Por ello, ha instado a Trump a que recapacite y se siente a negociar. “La mano de Europa está tendida, lo va a estar siempre”, ha remarcado el presidente, quien ha dejado claro que “eso no significa que vayamos a quedarnos de brazos cruzados”.
Pedro Sánchez ha explicado que ha planteado a la Comisión Europea la necesidad de “acelerar la integración del mercado único en ámbitos que tienen que ver con la regulación, los servicios digitales o los flujos financieros”, así como “ampliar y diversificar” sus vínculos comerciales con el resto del mundo y desplegar un “paquete de contra aranceles y otras medidas de seguridad económica”.
A la espera de que Bruselas anuncie los detalles de su respuesta, el Gobierno va a desplegar un plan de “respuesta y relanzamiento comercial, diseñado para mitigar los impactos negativos” de esta guerra comercial, así como para “tejer un escudo que proteja a nuestra economía”.
Plan de 14.100 millones
Tal y como ha avanzado Pedro Sánchez, el plan va a movilizar 14.100 millones de euros, 7.400 millones de nueva financiación y otros 6.700 millones de instrumentos ya existentes y las medidas girarán en torno a dos grandes pilares.
En primer lugar, se quiere ayudar y proteger a las empresas y al empleo que podría verse afectados por los nuevos aranceles. Para ello, el Ejecutivo pondrá en marcha dos líneas de avales y financiación intermediada del ICO, dotadas con 6.000 millones de euros, para facilitarles el acceso a financiación y satisfacer sus necesidades de circulante. También va a impulsar el Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva, dotado de 200 millones de euros, para dar préstamos y participación en capital para modernizar o instalar nuevas plantas productivas.
A esto hay que sumar el nuevo plan MOVES, dotado con 400 millones, que busca servir de estímulo al sector del automóvil.
Diálogo con agentes sociales, CCAA y partidos
El Gobierno ha constituido la Mesa de Diálogo Social con patronal y sindicatos para dar seguimiento y atender las necesidades de los colectivos afectados y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, convocará a los gobiernos autonómicos a una Conferencia Sectorial de Comercio. El propio Cuerpo realizará, además, una ronda de consultas con los grupos parlamentarios y comparecerá en el Congreso para compartir información y dar cuenta de las distintas medidas que se vayan adoptando.
Por último se activará el mecanismo RED, que permitirá mantener plantillas y ayudar a los empleados de las empresas más golpeadas por la guerra comercial hasta que su actividad se recupere.
El otro pilar pasa por reorientar la capacidad productiva y relanzarla en el nuevo contexto global. De esta manera, se recanalizarán 5.000 millones de euros del Plan de Recuperación para que aquellas industrias y empresas afectadas puedan transformar y reorientar sus capacidades productivas hacia nuevos sectores con alta demanda.