El Gobierno destina 1.727 millones de los PGE para el turismo, el 85,3% financiados con el MRR

Presupuestos

El Gobierno destina 1.727 millones de los PGE para el turismo, el 85,3% financiados con el MRR

El Instituto de Turismo de España, Turespaña, dispondrá de un presupuesto de 253 millones.

María Jesús Montero

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Autor: Pool Moncloa/JM Cuadrado

El Gobierno destinará un total de 1.727 millones en los Presupuestos Generales del Estado para el Turismo, de los que 1.474 millones (el 85,3%) serán financiados con el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), según recoge el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 entregado este miércoles en el Congreso por la ministra de Hacienda.

La partida de Turismo se engloba en los 2.932 millones de euros, un 32,1% más, destinados a las políticas de Comercio, Turismo y Pymes para el próximo año.

De ellos 2.305 millones de euros pertenecen al presupuesto no financiero y 627 millones de euros al financiero. De ese total, 1.970 millones de euros corresponden a actuaciones financiadas a través del MRR.

El Gobierno indica que en esta política los gastos e inversiones del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (PRTR) obtienen un fuerte impulso, «orientándose a la mejora de la competitividad, reforzando el apoyo a las pymes, la modernización y competitividad del sector turístico, y para el fortalecimiento tecnológico de la actividad comercial».

En este contexto el programa de coordinación y promoción del turismo, compartido por la Secretaría de Estado de Turismo y Turespaña, contará en 2022 con una dotación de 253 millones de euros.

El proyecto de PGE para el próximo año considera que «el éxito de España como destino turístico se deberá evaluar en términos de su capacidad para producir calidad de vida, calidad en la estancia, calidad en el servicio, diversidad de la oferta, creación y calidad de puestos de trabajo, prosperidad y competitividad».

RECUPERACIÓN DEL TURISMO.

Como consecuencia de los efectos provocados por la irrupción de la pandemia de la Covid-19, en España, en 2020 se perdieron más de 65 millones de turistas internacionales y un gasto asociado de 72.148 millones de euros.

El proyecto de presupuestos indica que en lo que va de 2021 España ha perdido 32,5 millones de turistas extranjeros y 27.217 millones de euros en gasto turístico internacional (datos de Frontur y Egatur hasta final de mayo), «con el consiguiente efecto negativo que estas caídas han provocado sobre la actividad turística, su cadena de proveedores y el empleo».

El Gobierno considera que la crisis provocada por la pandemia requerirá durante los próximos años «de una actuación extraordinaria y continuada por parte de todos los poderes públicos».

Así, de cara al año 2022, la secretaria de estado de turismo se orientará a dar respuesta a todas las necesidades más inmediatas provocadas por la pandemia reforzando la confianza en la seguridad sanitaria, apoyado en la mejora de la capacidad competitiva, la productividad y la rentabilidad de la industria, a través de

«la sostenibilidad, la calidad, la digitalización, los destinos inteligentes, las normas y estándares, el conocimiento y la inteligencia turística, la promoción digital, y el reconocimiento y proyección internacional».

Desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo se va a trabajar, igualmente, por una recuperación de los destinos maduros, y por una puesta en valor de los destinos de interior. Además, la promoción activa de la oferta turística española, se completará «con una apuesta decidida por la generación de producto a nivel nacional y por una diferenciación de España como destino de calidad».

Por ello desde el Gobierno se considera que la promoción turística desarrollada por Turespaña será una herramienta fundamental «no solo para la necesaria reactivación del sector turístico en esta nueva normalidad y la, esperamos pronta, post-pandemia, sino también en la transformación del sector turístico».

TURISMO DE CALIDAD.

Las cuentas públicas insisten en que siendo el crecimiento en el número de visitantes, las pernoctaciones o la estancia media importantes en la monitorización de la evolución del sector, «no son un fin en sí mismo, sino un factor que se debe evaluar de acuerdo a los beneficios que representan para el país».

Es decir, «el éxito de España como destino turístico se deberá evaluar en términos de su capacidad para producir calidad de vida, calidad en la estancia, calidad en el servicio, diversidad de la oferta, creación y calidad de puestos de trabajo, prosperidad y competitividad».

Desde el Ejecutivo central se destaca la enorme riqueza de recursos turísticos de España que «constituye una oportunidad de negocio inmejorable para emprendedores innovadores». Por ello se mantendrán en el ejercicio 2022 las líneas de financiación para empresas del sector turístico, dotadas con 128 millones de euros.

Además se han destinado dentro del MRR un total de 1.474 millones de euros con los que se financiarán actuaciones dirigidas al mantenimiento y rehabilitación sostenible de bienes inmuebles patrimonio históricos, a la financiación de convenios con comunidades autónomas, al Plan de Sostenibilidad Turística y Destinos, a la financiación de proyectos de economía circular en empresas, al desarrollo de entidades asociativas en el ámbito de los productos turísticos, al Plan de Inteligencia Artificial y otras tecnologías habilitadoras y a la creación del Sistema de Sostenibilidad Turística Integral para pymes.

El proyecto de PGE del Estado también hace referencia a la importancia del turismo para zonas que afrontan un reto demográfico, creando tejido productivo y dinamizando estos entornos con nuevas actividades que fomenten el emprendimiento y el establecimiento de nuevos nichos de negocio.

Así, entre las medidas concretas que se pondrán en marcha en 2022 con un importante impacto en reto demográfico, destaca el Plan y Programa de Sostenibilidad Turística en Destino, con un montante de 222,9 millones de euros, «que permitirá avanzar en la transformación de los destinos turísticos rurales hacia un modelo basado en la sostenibilidad impulsando y dinamizando la oferta turística en estas zonas»,

El Gobierno considera que «estos destinos turísticos rurales y de interior se convertirán así en polos tractores de sus entornos con capacidad para la atracción y fijación de población».

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