El Gobierno “mantiene su hoja de ruta, que consiste en reducir la deuda y el déficit público a la vez que se refuerza el Estado del Bienestar”. Así lo destaca Hacienda, que afirma que se trata de unos objetivos “compatibles por el buen comportamiento de la economía española, cuyo crecimiento triplicará al del conjunto de la zona euro y que está batiendo récords de empleo y de reducción del paro”.
El techo de gasto, según lo aprobado, crece un 8,5% con respecto al de 2025. El incremento, de 16.674 millones de euros, “va en la línea de mantener la apuesta por unas cuentas públicas ambiciosas que encajen con el cumplimiento de las reglas fiscales”. Además, contempla una transferencia de 22.881 millones a la Seguridad Social.
“Esto sirve para cumplir con las recomendaciones del Pacto de Toledo que tienen con fin salvaguardar el sistema de pensiones y prestaciones” y “su impacto será asumido por completo por la Administración Central”, explican desde el departamento de María Jesús Montero.
En cuanto al límite de gasto no financiero total, que tiene en cuenta los fondos del Plan de Recuperación, este alcanza los 216.177 millones, un 8,5% y 17.007 millones para el año 2026.
Estos datos serán la base del anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2026. Unas cuentas públicas que, exponen desde Hacienda, “perseverarán en el refuerzo de las políticas sociales y que tendrán como gran protagonista un aumento considerable de las políticas de vivienda”.
Senda de déficit
Los objetivos de estabilidad aprobados por el Consejo de Ministros recogen que entre 2026 y 2028 la Administración Central será la que asuma el “mayor esfuerzo” de reducción para cumplir los compromisos con Europa. Lo que facilitará que las comunidades y las entidades
locales “refuercen con toda garantía los servicios públicos que ofrecen a sus poblaciones”.
En 2026, el conjunto de las Administraciones Públicas deberá situar su déficit en el -2,1%. Para 2027 y 2028, se reducirá al -1,8% y el -1,6% respectivamente. Para ello, “asumirá la responsabilidad de ser la que encabece la reducción del déficit público”. En el primer año de la senda, el próximo, su dato deberá estar en el -1,8%; en 2027, el objetivo será del -1,5%; y en 2028, del -1,4%.
Para los próximos tres años, el objetivo de estabilidad autonómico será del -0,1%, mientras que los ayuntamientos y las entidades locales deberán situarse en equilibrio presupuestario.
Por último, la Seguridad Social tendrá una senda del -0,2% para 2026 y 2027, mientras que para 2028 deberá reducir su déficit al -0,1%.
Entregas a cuenta
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda ha destacado que las CCAA recibirán los mayores recursos de su historia en el año 2026. Tal y como explicó María Jesús Montero a los consejeros de Hacienda en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), percibirán un total de 157.731 millones de euros en entregas a cuenta. Un 7% más que en 2025.
Objetivos de deuda
La nueva senda determina que el conjunto de las Administraciones Públicas tendrá que reducir su deuda en 2026 al 100,9% del PIB. En 2027, el recorte deberá llegar al 100%. Y en 2028, la deuda pública deberá caer hasta el 99,1%.
En cuanto a la regla de gasto, la tasa de referencia nominal para 2026 es del 3,5%. En 2027, será del 3,4%. Y en 2028, del 3,2%.
El Gobierno eleva su previsión de PIB al 2,9% para 2025
A esto se une que Economía ha actualizado el escenario macroeconómico y las previsiones de crecimiento del PIB de 2025-2028. De esta manera, ha elevado dos décimas, hasta el 2,9%, la previsión de crecimiento para este año, mantiene en el 2,2% la del 2026 y en el 2,1% la de 2027 y la de 2028.
La actualización del escenario macroeconómico del Gobierno está en línea con las estimaciones de las principales instituciones y confirma que España lidera el crecimiento entre las economías desarrolladas, duplicando la previsión para la UE en este año de la Comisión Europea y reafirmándose como motor económico también el próximo ejercicio, apuntan desde el departamento de Carlos Cuerpo.
“La economía española continúa demostrando su fortaleza, incluso en estas condiciones de elevada incertidumbre, gracias a un modelo de crecimiento equilibrado, robusto y además responsable fiscalmente”, ha incidido el ministro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes.
Según Cuerpo, “el crecimiento económico está siendo una condición necesaria para que se pueda traducir en una mejora en el día a día de los ciudadanos en términos de poder adquisitivo, de reducción de la pobreza y de la desigualdad”. “Es decir, gracias a este crecimiento equilibrado pasamos de la macro a la micro, siendo conscientes, por supuesto, de que queda todavía camino por recorrer, pero sin olvidar que vamos en la buena dirección y estamos decididos a recorrerlo”, ha destacado.
Desigualdad y pobreza
La principal novedad de este escenario macroeconómico es que, junto a las tradicionales macromagnitudes, incorpora por primera vez proyecciones de reducción de la desigualdad y de la pobreza. En concreto, estas previsiones permiten relacionar cómo afectan el crecimiento del PIB, la productividad o la reducción del desempleo a la distribución de la renta y al bienestar del conjunto de ciudadanos.
De acuerdo a esto, en 2025, el 19,4% de la población se encuentra en riesgo de pobreza. “Este indicador mide cuántas personas tienen ingresos por debajo del 60% de la renta mediana se sitúa en mínimos históricos desde 2008 y se prevé que esta tendencia a la baja continúe en los próximos años hasta alcanzar el 19,1% en 2028”, explica Economía. Esta tasa se ha reducido en casi tres puntos desde que alcanzó su máximo en 2015 (22,3%), “en plena crisis financiera y como consecuencia de las políticas de austeridad”.
“Esta reducción de la pobreza se ve acompañada de una reducción en la desigualdad”, asegura. En los últimos 10 años, el indicador de desigualdad 80/20 ha pasado de ser 6,6 veces en 2015 a alcanzar un diferencial de 5,2 veces que se prevé en 2025 entre la población con renta y la que menos. La misma conclusión se obtiene al observar el índice de Gini.
Empleo
Además, las proyecciones del Gobierno contemplan la creación de 450.000 puestos de trabajo de media al año. Este escenario señala también una mejora la productividad por hora trabajada mientras que la tasa de paro sigue reduciéndose, con la previsión de que caiga por debajo del 10% el próximo ejercicio.









