El paso permitirá a comunidades como Cataluña aliviar su carga financiera, con un ahorro estimado de más de 1.000 millones de euros en intereses, según los cálculos de ERC. El partido que lidera Oriol Junqueras reclama, no obstante, que el Gobierno avance en una financiación autonómica singular para que haya nuevos acuerdos.
Una medida clave del pacto de investidura
El acuerdo entre PSOE y ERC contemplaba la condonación parcial de la deuda con el FLA, que en el caso de la Generalitat representa el 19,9% del total. La iniciativa no solo se aplicará a Cataluña, sino que también beneficiará a otras autonomías que arrastran compromisos financieros con el Estado.
«Hemos trabajado con el objetivo de que antes de final de año el Congreso de los Diputados dé luz verde a esta condonación», afirmó Junqueras en el comunicado difundido por ERC. Con la aprobación en septiembre, el Ejecutivo cerrará el proceso interno y abrirá la vía para que las Cortes aprueben la medida en los próximos meses.
El ahorro para Cataluña sería inmediato en los Presupuestos de 2026, lo que permitiría a la Generalitat destinar más recursos a otras partidas sociales y económicas.
Cataluña prevé un ahorro de más de 1.000 millones en intereses si la condonación se aprueba este año
ERC presiona por la financiación singular
Pese a la relevancia del acuerdo, desde ERC advierten de que no será suficiente para garantizar futuros entendimientos. Junqueras señaló ayer que sería «imposible» aprobar unos «buenos» Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2026 mientras la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, «siga secuestrando» la reforma del modelo de financiación autonómica.
La formación independentista insiste en que Cataluña necesita un sistema singular que refleje su peso económico y que asegure más recursos estables a la Generalitat.
ERC condiciona los Presupuestos de 2026 a una reforma en profundidad de la financiación autonómica
Impacto político y económico
La condonación de la deuda forma parte de una estrategia más amplia de la Moncloa para garantizar la estabilidad parlamentaria y asegurar apoyos clave en la legislatura. Aunque la medida tendrá impacto en varias comunidades, en Cataluña se interpreta como una victoria política para ERC.
El debate sobre la financiación autonómica vuelve así a estar en el centro de la agenda. Lo que está en juego no es solo el equilibrio fiscal entre territorios, sino también la viabilidad de los futuros Presupuestos Generales y, con ello, la capacidad del Gobierno para agotar la legislatura.