Erick Prince es el fundador de Blackwater, la compañía militar privada más influyente del planeta. Entre sus filas cuenta con más de 20.000 miembros dispuestos a enrolarse en cualquier conflicto bélico a cambio de dinero. Sin embargo, la última controversia en la que se ha visto inmersa la compañía se debe una reunión secreta que protagonizó su fundador, Erick Prince, en un hotel de las Islas Seychelles.
Prince intermedió en ese complejo turístico con una persona vinculada al presidente de Rusia, Vladimir Putin, para tratar de establecer un canal de comunicación secreto entre el Kremlin y Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
Es una información relatada por el prestigioso diario estadounidense ‘The Washington Post’, que revela algunos detalles de esa supuesta reunión. Por ejemplo, que el encuentro sucedió en torno al 11 de enero de este mismo año, apenas nueve días antes de la investidura de Donald Trump.
Además, las informaciones del diario apuntan a que Emiratos Árabes Unidos (EAU) ejerció como intermediario del encuentro entre ambos representantes: uno velaba lo intereses de Vladimir Putin, el otro, Erick Prince, se entiende que los de Donald Trump, según el medio.
La decisión de Emiratos Árabes Unidos de mediar en la reunión secreta se debe a la voluntad de ese país de tratar de reducir la influencia/relación rusa sobre Irán.
La Casa Blanca lo niega
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha asegurado no ser «consciente» de ningún tipo de reunión y ha subrayado que Prince no tuvo «ningún papel» en el equipo de transición de Trump, en declaraciones recogidas por Europa Press. Esta misma postura mantiene el portavoz del fundador de Blackwater, que ha asegurado que Prince no participó en el equipo de transición y que el encuentro es un «completo invento».
